¿Siente cansancio permanente o su sueño no es reparador? ¿se le dificulta perder peso? En su sangre puede estar la respuesta

 

La glucosa en sangre se refiere a la cantidad de azúcar presente en la sangre en un momento dado. La glucosa es una fuente principal de energía para el cuerpo y que se obtiene de los alimentos que consumimos, especialmente de carbohidratos.

 

Niveles inadecuados de azúcar en sangre pueden indicar diabetes.

La diabetes tipo 2 se describe con frecuencia como una enfermedad de «sobrealimentación». Las personas consumen más energía calórica de la que sus cuerpos pueden utilizar, por lo que las células intentan confrontar ese exceso y frecuencia de oferta. La insulina, por su parte, es la hormona que se activa cada vez que usted consume alimentos y la que ayuda a trasladar el azúcar del torrente sanguíneo a las células para su uso o almacenamiento.

 

Este azúcar es principalmente glucosa. En las primeras etapas de la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la señal de la insulina, lo que las hace lentas para eliminar el exceso de azúcar de la circulación.

 

La diabetes tipo 2 es una condición común que suele desarrollarse en adultos, pero no solo debido a factores como la obesidad, sino también la falta de ejercicio y la alimentación poco saludable. Una de las consecuencias de la sobrealimentación es que sus mitocondrias (la fábrica de donde su cuerpo produce la energía) se vuelven menos eficientes.

 

La disminución en la capacidad para producir energía de las mitocondrias conduce a la acumulación de subproductos nocivos y en última instancia, daños celulares a veces irreparables como problemas cardíacos, daño renal, problemas de visión y neuropatías, como lo explica un artículo del doctor Joseph Mercola y quien, además, enfatiza en el estrés reductivo como verdadero causante de daño causado por niveles elevados de azúcar en sangre crónicos y no tanto el estrés oxidativo, como lo hemos venido asumiendo en los últimos años.

 

Monitorear los niveles de azúcar le permite detectar un desbalance y prevenir tempranamente. Cuando usted percibe que puede tener niveles elevados o bajos de azúcar en sangre y aprende cómo controlarlo está echando mano de una herramienta clave en la prevención y manejo de la diabetes y cuyas complicaciones son marcadores de envejecimiento acelerado.

 

Las posibles consecuencias al no monitorear el azúcar en sangre

 

Tanto la Hiperglucemia (niveles elevados de azúcar en sangre) como la hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) pueden ocurrir debido a niveles desbalanceados de glucosa causados por insulina insuficiente o ineficaz o por una absorción deficiente de glucosa por las células.

 

La Hiperglucemia es un término médico que se refiere a niveles anormalmente altos de glucosa (azúcar) en la sangre. Esto ocurre principalmente en personas con diabetes, pero también puede presentarse en otras condiciones de salud.

 

Las causas más comunes serían

-      Un consumo excesivo de carbohidratos sin la adecuada administración de insulina o medicamentos.

-      Falta de actividad física.

-      Estrés o enfermedad.

-      Administración insuficiente o incorrecta de medicamentos para la diabetes.

-    Deshidratación.

 

La hiperglucemia no debe pasar desatendida pues, al no tratarse puede tener consecuencias como diabetes, principalmente tipo 2 y agravarse produciendo neuropatía diabética (daño a los nervios que puede llevar a problemas en las extremidades, especialmente en los pies); daño renal; retinopatía diabética (causando problemas graves de visión o incluso ceguera); enfermedades cardiovasculares; y cetoacidosis diabética que es una transición a una complicación grave causada por la acumulación de cuerpos cetónicos en el cuerpo a niveles altos.

 

En cuanto a la hipoglucemia como su nombre lo indica, se refiere a niveles anormalmente bajos de glucosa (azúcar) en la sangre. Esto puede resultar en una serie de síntomas y complicaciones, y es particularmente común en personas con diabetes que toman insulina o ciertos medicamentos orales.

 

Entre las causas más comunes se encuentran el consumo de dosis altas de insulina o medicamentos para la diabetes sin ajustar el consumo de alimentos. El ayuno demasiado prolongado o no comer lo suficiente. La actividad física intensa sin un ajuste adecuado en la ingesta de carbohidratos.

En ocasiones, el consumo de alcohol puede interferir con la capacidad del hígado para producir glucosa.

 

En mi caso personal, hace poco estuve haciendo una prueba con un glucómetro por 10 días y descubrí que estaba haciendo hipoglucemia nocturna debido a algunos entrenamientos intensos que estaba realizando y como consecuencia estaba alterando mi calidad de sueño. Esta es una de las razones por las cuales encuentro de mucha utilidad el uso del glucómetro y porque no es fácil detectar síntomas tempranos de hipoglucemia.

 

Otros síntomas pueden incluir sudoración, temblores, hambre, mareos, y palpitaciones.

Síntomas neurológicos como confusión, dificultad para concentrarse, somnolencia, y cambios en el comportamiento.

En casos más graves, la hipoglucemia severa puede llevar al desmayo o convulsiones, lo cual requiere atención médica urgente.

  

Factores que pueden provocar cambios anormales en el azúcar en sangre

 

Las fluctuaciones en los niveles de sangre ocurren cuando los niveles de glucosa aumentan o disminuyen fuera de su rango normal.  Estas fluctuaciones son comunes en personas con diabetes, pero también pueden ocurrir en personas sin esta condición debido a varios factores:

 

Las personas con diabetes están en mayor riesgo debido a la regulación inadecuada de la insulina.

El consumo inconsistente de carbohidratos, saltarse comidas, o comer alimentos con alto contenido de azúcar puede causar fluctuaciones.

El ejercicio es clave porque ayuda a regular el azúcar en la sangre, mientras que la falta de actividad puede contribuir a un control deficiente.

El estrés emocional o físico puede aumentar los niveles de glucosa en la sangre al afectar las hormonas.

Enfermedades o infecciones pueden impactar en el control de la glucosa debido a los cambios metabólicos que inducen.

El alcohol puede causar una caída inicial en los niveles de azúcar, seguido de un aumento.

Finalmente, algunos medicamentos pueden afectar los niveles de glucosa en sangre.

  

Estrategias inteligentes para mantener niveles saludables de azúcar en sangre

 

Un artículo de la clínica Mayo proporciona una información detallada de lo que se debe tener en cuenta a nivel de estilo de vida y rutina diaria para mantener bajo control su azúcar en sangre sobre todo, si usted sospecha que puede estar teniendo desbalances a nivel de azúcar en sangre.

 

Por mi parte, yo le comparto algunas estrategias que han funcionado para mí:

 

-              A nivel de alimentación el enfoque de macronutrientes funciona muy bien.  Si usted vio mi video donde le enseño los diferentes enfoques, en el caso de necesitar reducir azúcar en sangre y que también sirve si su dieta se ha estancado puede optar por unas semanas el enfoque cetogénico o el de menor proporción en carbohidratos.

-              La actividad física regular tiene incontables beneficios, pero recuerde que entrenamientos muy intensos pueden llevarle a hacer una hipoglucemia como me ocurrió a mí.  Entrenarse 3-5 veces por semana, yo recomiendo por ciclos, pero también el entrenamiento por intervalos, que, aunque son exigentes no le mantienen constantemente al límite.

-              Estrategias para el manejo del estrés. Ejercicios de respiración y exposición al frío son mis elecciones, pero la meditación, u otras prácticas más simples como salir a caminar, le permiten encontrar equilibrio.

-              Importancia del monitoreo como el uso de glucómetros y aprendizaje a partir de las señales que muestra su cuerpo.

 

Información adicional y consejos prácticos

 

- Aprenda a interpretar etiquetas de productos alimenticios.  En mis videos sobre la distribución de macronutrientes explico cómo entender someramente la información en la etiqueta, sobre todo en lo concerniente a carbohidratos totales, fibra y carbohidratos netos.

 

- Mantenga un horario de comidas regular.  Aunque practique ayuno intermitente, mantenga sus horarios para que su organismo se adapte y no ocurran desórdenes con el azúcar en sangre.  Sobre todo, si se encuentra en período de menopausia ya que situaciones de estrés pueden generar picos de la hormona cortisol que a su vez impacta la glucosa en sangre.

 

- Prefiera las bebidas sin azúcar.  Si utiliza edulcorantes trate en la medida de lo posible utilizar, estevia, alulosa y/o monkfruit.

 

- Respete el orden adecuado en la ingesta de alimentos.   Algunos expertos en nutrición refuerzan la idea de que deben consumirse primero los vegetales y la fibra para dejar al final la proteína alegando que ese proceso producirá más rápido la activación de la hormona GLP-1 y otras que dan señal al organismo de que se siente satisfecho.

Sin embargo, cuando se inicia la comida con el consumo de la proteína este nutriente va directamente a reparar tejido y al tiempo estimular la producción de las hormonas señalizadoras de que su organismo está satisfecho.

 

- Componga sus comidas de forma apropiada (Macros).  Como lo he mencionado en mis videos sobre macronutrientes, es crucial incluir alimentos de cada Macronutriente, a saber: proteínas, carbohidratos y grasas saludables en las proporciones adecuadas para su estado de salud y nivel de actividad física cotidiana.  Aquí dejo el enlace para que conozca mejor sobre las proporciones adecuadas para sus necesidades individuales. (MACROS)

 

- Integre alimentos con fibra.  La fibra, generalmente, se incluye dentro del grupo de los carbohidratos y se refieren principalmente a todos los vegetales, verduras, frutas, legumbres, nueces y semillas, así como los productos que se preparan a partir de ellos.  Sin embargo, se hace una diferencia porque la fibra no impacta la glucosa como lo haría una fruta o un jugo, por ejemplo.  En muchos casos, cuando un alimento es rico en fibra significa que la subida de azúcar se va a hacer de una forma lenta, de manera que usted tiene más tiempo de utilizarla sin repercusiones negativas para su organismo.

 

- Si va a consumir azúcar que sea inmediatamente luego de la comida.  Después de una comida, la digestión de otros alimentos (especialmente proteínas y grasas) ralentiza la absorción del azúcar, lo que ayuda a evitar picos rápidos y elevados de glucosa en sangre. Consumir azúcar entre comidas puede generar picos más pronunciados debido a la falta de otros nutrientes que modulen su absorción. (estudio) (artículo)

 

Comer dulces después de una comida puede aprovechar mejor el estado hormonal postprandial (como la actividad de la insulina), mientras que hacerlo entre comidas puede alterar señales hormonales como las de la grelina y leptina, aumentando el riesgo de descontrol metabólico. (artículo)

 

- Espaciar sus comidas. Espaciar las comidas permite que el cuerpo procese los carbohidratos de manera uniforme, evitando sobrecargar el sistema con grandes cantidades de glucosa de una sola vez. Esto facilita un control más estable de los niveles de azúcar.

 

Espaciar las comidas adecuadamente evita que el cuerpo entre en un estado prolongado de ayuno, lo cual puede provocar un aumento compensatorio de glucosa en sangre debido a la liberación hepática de glucógeno. (artículo)

 

 

En conclusión, el monitoreo regular de los niveles de azúcar en la sangre es fundamental no solo para aquellas personas que viven con diabetes, sino también para todos los que buscan mantener un estilo de vida saludable. Las fluctuaciones en la glucosa pueden tener impactos significativos en nuestra salud, y al prestar atención a los factores de riesgo como la dieta, el ejercicio, el estrés y otros, podemos tomar un control activo de nuestro bienestar.

 

Es momento de trabajar juntos como una comunidad comprometida con la salud y el bienestar. Le animo a que convierta esta información en acción, integrando el monitoreo y el mantenimiento de un estilo de vida equilibrado como parte de su rutina diaria. Compártalo con amigos, familiares y seres queridos; nunca subestime el poder que tiene la educación continua y el apoyo mutuo en la construcción de hábitos saludables.

 

Juntos, podemos crear un entorno donde la salud sea una prioridad, fomentando no solo el entendimiento, sino también hábitos que prevengan y controlen problemas derivados de niveles inadecuados de azúcar en la sangre. Comparta este mensaje, motive a otros a unirse a nosotros en esta misión, y tomemos medidas concretas hacia un futuro más saludable para todos.