
Estrategias sencillas para tratar y prevenir la aparición de venas várices
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¿Qué hay detrás de esas venas dilatadas que se vuelven visibles bajo la piel? Aunque a menudo las venas várices se consideran un simple problema estético, son mucho más que eso. Estas venas, que se presentan como un enredo de líneas azules y moradas en las piernas, pueden ser una señal de un problema circulatorio más grave.
Además, la apariencia de las venas dilatadas puede generar sentimientos de inseguridad y baja autoestima, afectando su disposición a participar en actividades sociales y a mostrar sus piernas. Además, el malestar físico, como dolor y pesadez, puede contribuir a la ansiedad y creando un ciclo de frustración que afecta su calidad de vida.
Comprender su prevalencia y las implicaciones para la salud es fundamental, no solo para quienes las sufren, sino también para quienes buscan prevenir su aparición.
Entendiendo los que son las venas várices
Son dilataciones permanentes y tortuosas de las venas, generalmente de las extremidades inferiores, que se producen cuando las válvulas venosas encargadas de regular el flujo sanguíneo no funcionan correctamente. Esta disfunción provoca que la sangre se acumule en las venas, dificultando el retorno eficaz al corazón y haciendo que las venas se dilaten y se vuelvan visibles bajo la piel, a menudo con un tono azulado o morado.
Las varices pueden aparecer en otras partes del cuerpo, como el esófago (várices esofágicas), la región anal (hemorroides) o los testículos (varicocele). Sus principales factores de riesgo incluyen la herencia genética, el sobrepeso, el sedentarismo, el embarazo, el envejecimiento y permanecer muchas horas de pie.
Las varices son una patología vascular frecuente, más común en mujeres y personas de mayor edad, y su prevalencia puede variar entre el 16% y el 60% de la población general, incrementándose significativamente en adultos mayores.
Causas
Las venas varicosas se originan principalmente por un debilitamiento de las paredes y las válvulas venosas. Este daño, que puede ser hereditario, impide que las válvulas funcionen correctamente, permitiendo que la sangre fluya hacia atrás y se acumule en las venas, lo que provoca que estas se dilaten, se alarguen y se vuelvan tortuosas.
Los factores que contribuyen o aumentan el riesgo de desarrollar varices incluyen:
Predisposición genética o antecedentes familiares de varices.
Permanecer de pie o sentado durante períodos prolongados, lo que dificulta el retorno venoso.
Obesidad, que incrementa la presión sobre las venas de las piernas.
Cambios hormonales, especialmente durante el embarazo o la menopausia, que afectan la elasticidad de las venas.
Envejecimiento, ya que con la edad las venas pierden elasticidad y las válvulas se debilitan.
Sedentarismo, que reduce la eficacia del bombeo muscular en las piernas, dificultando la circulación.
Síntomas
Los síntomas pueden variar de una persona a otra y dependen del tipo y la gravedad de las varices. Los más frecuentes incluyen:
Sensación de pesadez o dolor en las piernas, especialmente después de estar mucho tiempo de pie o sentado.
Ardor, sensación pulsátil o punzadas cerca de las venas afectadas.
Calambres musculares, especialmente por la noche.
Hinchazón en las piernas y los pies.
Picazón alrededor de una o más venas varicosas.
Cambios en el color de la piel alrededor de las venas afectadas.
Aparición visible de venas azuladas, moradas o en forma de telaraña bajo la piel.
En casos avanzados, pueden desarrollarse úlceras o heridas en la piel.
Tratamiento
Buscar tratamiento para las venas varicosas es crucial por varias razones:
Primero, para prevenir complicaciones, pues las venas varicosas pueden agravarse y conllevar a trombosis venosa profunda, úlceras en la piel y hemorragias.
Además, el dolor, la pesadez y la incomodidad asociados con las venas varicosas no solo afectan su calidad de vida, también su confianza y autoestima a nivel estético. El tratamiento adecuado ayuda a prevenir estos problemas.
Algunos tratamientos que se han mostrado eficaces:
1. Medidas de Conservación:
Medias de Compresión: Ayudan a mejorar la circulación y reducir el dolor y la hinchazón.
2. Tratamientos No Quirúrgicos:
Escleroterapia: Inyección de una solución en las venas afectadas que provoca su colapso y eventual desaparición.
Láser Endovenoso: Utiliza energía láser para cerrar las venas varicosas.
3. Procedimientos Quirúrgicos:
Flebectomía Ambulatoria: Extracción de las venas varicosas a través de pequeñas incisiones.
Stripping de Vena: Extracción de una vena varicosa más grande a través de incisiones en la piel.
4. Terapias Avanzadas:
Radiofrecuencia: Similar al láser, utiliza ondas de radio para cerrar las venas afectadas.
Es fundamental consultar a un especialista en venas para determinar el tratamiento más adecuado según la gravedad de la condición y las necesidades individuales.
Modificaciones en su estilo de vida
Los siguientes consejos de autocuidado y algunas modificaciones en su estilo de vida pueden ayudarle a evitar, en el caso de tener propensión, o a participar en su tratamiento para las venas varicosas.
1. Actividad física. Actividades como caminar, nadar o pedalear en bicicleta activa su sistema circulatorio enfatizando las piernas. Trate de realizar alguna actividad física durante unos 30 minutos o más, la mayoría de los días de la semana.
Incorpore ejercicios específicos para las piernas, sobre todo, entrenamientos de fuerza con peso y los que se realizan con la técnica KAATSU que utiliza la restricción moderada de flujo sanguíneo.
Evitar estar de pie o sentado(a) por períodos prolongados
- Movimientos Frecuentes: Si trabaja en un lugar donde debe estar sentado(a) o de pie durante mucho tiempo, intente moverse cada 30-60 minutos. Levantarse, estirar las piernas y caminar un poco.
- Elevación de Piernas: Siempre que sea posible, elevar las piernas durante períodos de descanso para ayudar a mejorar la circulación.
2. Mantener un peso saludable. El exceso de peso aumenta la presión sobre las venas de las piernas. Mantener un peso saludable puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar venas varicosas.
3. Tratar de llevar una alimentación equilibrada.
Alimentos Ricos en Fibra: Consumir suficientes verduras y ciertas frutas, así como algunas semillas ayuda a prevenir el estreñimiento, lo que puede contribuir a la presión en las venas.
Hidratación Adecuada: Beber suficiente agua ayuda a mantener la circulación y la salud vascular.
4. Uso de medias de compresión graduadas: Usar estas medias puede ayudar a mejorar la circulación y prevenir la hinchazón. Se recomienda especialmente para quienes están en pie por largos períodos.
5. Evitar Ropa Ajustada y de prioridad a la ropa cómoda: usar prendas que no restrinjan el flujo sanguíneo, especialmente en la parte de la cintura y las piernas, puede ayudar a prevenir la aparición de venas varicosas.
6. Evitar el Consumo de Alcohol y Tabaco
Fumar puede afectar la circulación y contribuir a problemas venosos.
El exceso de alcohol puede afectar negativamente la salud vascular.
7. Consulta Médica Regular
Realizar revisiones regulares con un médico, especialmente si hay antecedentes familiares de problemas venosos, puede ayudar en la detección temprana y en la prevención.
8. Manténgase informado(a)
Mantenerse informado sobre la salud venosa y las mejores prácticas para el cuidado de las piernas puede empoderarle a tomar decisiones saludables.
Implementar estos cambios en el estilo de vida puede ayudar significativamente a reducir el riesgo de desarrollar venas varicosas y promover una mejor salud vascular a largo plazo. Y si es su caso, no dude en atenderlo ya.