Aceite esencial de lavanda: mucho más que solo aroma

 

 

La fragancia del aceite de lavanda puede despertar varias sensaciones, entre ellas, la imagen de cientos de florecitas azul violeta en los campos de Provenza. Si usted ahonda en el contenido de esas pequeñas florecillas, se encontrará con los poderes calmantes, sedantes y cicatrizantes más allá del aroma. Pero hay más.

  

Origen del aceite esencial de lavanda

El aceite esencial de lavanda viene de la especie lavándula angustifolia un matorral nativo del norte de África y las zonas montañosas de la región del Mediterráneo que sobrevive idealmente en hábitats soleados y rocosos.  Actualmente, crece a lo largo de los Estados Unidos, el sur de Europa y Australia.

Estas flores se han conocido y utilizado desde hace más de 2500 años.  Tanto los griegos como los romanos y en la antigua Persia las añadían al agua de sus baños para ayudar a lavar y purificar la piel.  Es por ello que el nombre de lavanda viene del latín “lavare” que significa lavar. 

Los fenicios, egipcios y árabes las utilizaban para preparar sus perfumes y como uno de los ingredientes para la momificación, proceso en el cual, se envolvía a las momias en lienzos empapados de lavanda.  En Grecia y Roma se añadía a todo tipo de curaciones, mientras que en la Europa medieval y en el Renacimiento sus flores se esparcían por los pisos de los castillos para desinfectar y desodorizar.

Durante la gran plaga de Londres en el siglo XVII, se dice que la gente se hacía cinturones de lavanda o se las amarraban a las muñecas pensando que les protegería de la Muerte Negra. Los fabricantes de guantes perfumaban sus provisiones de cuero con aceite de lavanda para protegerles de la enfermedad. 

Los ladrones que se sostenían de saquear las tumbas y las casas de las víctimas hacían un preparado conocido como “el vinagre de los cuatro ladrones” que contenía varias hierbas, entre ellas lavanda, con el fin de limpiarse y protegerse después de una noche de trabajo.

Hoy se sabe que aquella enfermedad se transmitía por las pulgas de las ratas y sabiendo que la lavanda es un repelente de insectos, es posible que haya salvado vidas y prevenido una mayor propagación de la enfermedad.  (Danny Purser, Essential oils & healthy Menopause: History and research Secrets)

  

De dónde vienen los poderes de la lavanda

La lavanda posee una estructura químicamente compleja de más de 150 constituyentes activos.

Su aceite es rico en ésteres que son moléculas con propiedades antiespasmódicas, calmantes y estimulantes.

Los componentes principales del aceite de lavanda son el acetato linalil, el linalool (un alcohol terpeno no-tóxico con propiedades germicidas naturales, terpineno-4-ol y alcanfor.

Otros componentes del aceite de lavanda como el cis-ocimene, el acetato lavandulil, el 1,8-cineole, el limonene y el geraniol son los garantes de sus propiedades antivirales, antiinflamatorias y antibacteriales.

 

¿Cómo es que funciona el aceite de lavanda?

La lavanda se cultiva comercialmente para la extracción de su aceite a partir de flores y en parte, del follaje de la planta, y el aceite se obtiene a través del proceso de destilación.

Se dice que la efectividad del aceite de lavanda se da debido a los efectos psicológicos de su fragancia suave y relajante en combinación con los efectos fisiológicos de sus aceites volátiles en el sistema límbico humano.

El aceite de lavanda puede ser aplicado de forma tópica o inhalado en vaporizaciones.

Las flores de lavanda también se utilizan para preparar té de lavanda y aunque algunos no recomiendan la ingestión del aceite debido a los posibles efectos secundarios como dificultad para respirar, sensación de quemazón en los ojos, vómito y diarrea, el aceite esencial de lavanda terapéutico grado A de marcas como DoTerra y Young Living que son de alta pureza, pueden utilizarse en postres y bebidas como mi receta de leche de lavanda que encuentra en mi libro El Arte de Curarse:  alimentación viva, la alternativa para nutrirse y sanarse en este tiempo.

Pero los beneficios de este aceite no terminan ahí.  Un estudio de Microbiología Médica encontró que el aceite de lavanda elimina los hongos en la piel al dañar sus paredes celulares y no causa resistencia como los antibióticos. (1)

El aceite se utiliza como desinfectante, antiséptico, antiinflamatorio y para aromaterapia.  Se dice que una infusión de lavanda alivia y sana las picaduras de insectos, quemaduras, cortadas pequeñas, insolación y hasta enfermedades inflamatorias y acné.

El aceite esencial de lavanda terapéutico grado A es incluso utilizado para condiciones médicas internas, entre otras, indigestión y acidez.

  

Beneficios del aceite esencial de lavanda

El doctor Josh Axe señala que el aceite de lavanda se conoce por sus propiedades calmantes y relajantes, lo que ha de ayudar a aliviar el insomnio, ansiedad, depresión, inquietud, bruxismo y estrés.  Debido a su amplio espectro de usos, el aceite de lavanda ha de ayudar a aplacar todo tipo de dolencias, desde dolores hasta infecciones.

Es especialmente sobresaliente el poder del aceite esencial de lavanda para combatir infecciones de uñas y piel resistentes a los hongos.  En la Universidad de Coimbra se ha detectado que el aceite de lavanda es eficaz contra diferentes cepas patogénicas a la piel conocidas como dermatofitos, así como varias especies de cándida.

Personalmente se usa en mi familia, junto con el aceite esencial de menta, para aliviar dolores de cabeza, migrañas y cinetosis o mareo por movimiento, al aplicarse en las sienes.  A menudo, se utiliza como coadyuvante para la relajación y conciliación del sueño.

Las flores secas de lavanda se utilizan ampliamente para llenar cojincitos aromáticos que se guardan en cajones, armarios, ropa de cama y toallas de baño.  Como ambientador, se llena una botella con atomizador y hidrolato o agua floral de lavanda para refrescar una habitación.

 

El aceite esencial de lavanda también se utiliza para:

  • Aliviar dolores musculares, articulares y reumatismos, así como torceduras, dolores de espalda y lumbago. Solo hay que masajear con el aceite de lavanda la zona afectada. Este aceite ha de utilizarse luego de una sesión de acupuntura para aliviar las inserciones de agujas.
  • Afecciones de la piel como acné, psoriasis, eczema y arrugas, así como en la cicatrización de heridas por cortadas y por quemaduras. Ayuda a aliviar las picaduras de insectos y la rasquiña en la piel. Como tiene un efecto desinflamatorio, reduce la hinchazón y la rojura en la piel.
  • Salud capilar. La comprehensiva base de datos de medicinas naturales en los Estados Unidos indica que la lavanda ha de ser eficaz para tratar la alopecia areata (caída del cabello), al estimular su crecimiento hasta un 44% después de un uso continuo por 7 meses.  Por otro lado, ayuda a eliminar piojos, liendres y huevos de piojo. (artículo)

En esa misma línea, sirve para espantar mosquitos y otros insectos, de hecho, se utiliza en la preparación de repelentes naturales.

 

  • Mejora la digestión. Ayuda a estimular la motilidad intestinal al promover la producción de bilis y ácidos gástricos que apoyan la función estomacal para reducir dolor, indigestión, flatulencias, cólicos, vómitos y diarrea.
  • Producción de orina. Al ayudar a restaurar el equilibrio hormonal, se estimula la producción de orina y previene la cistitis (inflamación de la vejiga urinaria), alivia cólicos y otros trastornos urinarios. 
  • Para aliviar problemas respiratorios. La lavanda se utiliza ampliamente para tratar el alivio de gripes y resfriados, infecciones de la garganta, tos, asma, tos ferina, sinusitis, bronquitis, amigdalitis y laringitis.  En estos casos se puede aplicar el aceite en el cuello, pecho o espalda; también inhalarse a través de un vaporizador.
  • Mejora la circulación sanguínea. Ayuda a disminuir la presión sanguínea elevada y podría utilizarse como coadyuvante para controlar la hipertensión.

  

Cómo utilizar el aceite esencial de lavanda

Tanto las flores como el aceite son valorados por su fragancia y diversos usos. Las flores se utilizan en potpurrís o bolsitas de tela rellenas de hierbas aromáticas para perfumar armarios, cajones y lugares muy cerrados.  El aceite, por su lado, es a menudo añadido a productos de aseo personal como jabones, cremas, perfumes y como ingrediente de limpieza para la casa y detergente de ropa.

  • Afecciones de la piel. La lavanda es muy eficaz para aliviar dolor y cicatrización de quemaduras, heridas pequeñas, acné, manchas en la piel, eczema, irritación e insolación.  Gracias a sus propiedades antibacterianas y antisépticas, remueve impurezas y ayuda a la regeneración de las células de la piel.  En este caso y sobre todo para personas de piel muy sensible, es mejor diluir unas gotas del aceite esencial en un aceite portador como el aceite de coco fraccionado.  También puede mezclar unas cuantas gotas de aceite esencial de lavanda y aceite esencial de incienso con el aceite portador y utilizarlo como humectante natural para la piel.
  • Inhalado o vaporizado para las condiciones respiratorias. A través de un difusor se utiliza en momentos que se necesita calma y concentración.  Con propósitos de terapia respiratoria, se pueden hacer vaporizaciones calentando una olla con agua y al llegar al hervor, verter unas cuantas gotas del aceite.   Bajar un poco la temperatura y acercar la cara al vapor cubriendo la cabeza con una toalla para que éste no escape y pueda inhalar y hacer transitar la mayor cantidad de vapor a través de sus vías respiratorias.
  • Para estimular la función cerebral. El aceite esencial de lavanda tiene propiedades neuro-protectoras que ayudan a activar la función cerebral y se sabe de su protección contra la demencia y apoyo en la recuperación de la embolia o derrame cerebral. A menudo es utilizado para aliviar la depresión y subir el ánimo. Se puede inhalar, difundir (por medio de un difusor) o aplicar de forma tópica con estos fines.
  • Para promover un sueño reparador. Gracias a sus propiedades calmantes, relajantes y sedantes, el aceite esencial de lavanda es uno de los más utilizados para promover el sueño y evitar el insomnio.  Para mejorar la calidad de sueño, difunda aceite esencial de lavanda antes de irse a dormir.  Es también eficaz masajear las sienes, el cuello y el pecho con unas cuantas gotas. Otra alternativa es tomar una ducha de agua caliente antes de acostarse y al salir, masajear el cuerpo con unas 15 gotas de aceite para relajar músculos y partes del cuerpo donde se pueda sentir tensión. De esta manera, es más fácil inducir el sueño.
  • Para reducir estrés y ansiedad. Nada más el olor de la lavanda ya conduce a la calma.  Efectivamente este aceite se conoce por reducir la tensión nerviosa, el desasosiego y el agotamiento nervioso.  Para aliviar estos síntomas, difunda unas gotas de aceite con agua por medio de un difusor de ambiente o aplique unas cuantas gotas detrás de las orejas para lograr una relajación rápida y fácil.
  • Para aliviar dolores de cabeza. En este caso la lavanda cumple una doble función al reducir tensión e inducir relajación. Es por esto por lo que es tan eficaz para ayudar a calmar dolores de cabeza y migrañas.  Puede inhalar directamente de la botella, difundir el aceite en el ambiente o aplicar unas gotitas en las sienes, detrás de las orejas, en el cuello y la nuca para aliviar el dolor de forma natural.
  • Para calmar otros dolores. Se ha comprobado que el aceite de lavanda funciona como un analgésico natural y efectivo para aliviar varias dolencias como dolores de cabeza, pero también inflamaciones cutáneas (sea por golpe, cortaduras y quemaduras), dolor de estómago, cólicos menstruales y dolores musculares después del ejercicio. Para ello, masajear con 3-5 gotas de aceite de lavanda sobre la zona afectada.
  • Baño de pies o de manos. Añadir una gota de aceite a un recipiente con agua caliente antes de sumergir las manos o los pies.
  • Para hacer compresas. Remojar una toallita con agua previamente infundida con unas gotas de aceite de lavanda. Esto para aplicar a lesiones musculares y esguinces.  Así mismo, personas con alergias estacionales pueden sacar provecho de utilizar una compresa empapada con una infusión de agua y aceite de lavanda sobre la cara para humectar la piel e inhalar el aroma.
  • Productos de limpieza naturales. Por ejemplo, para desodorizar alfombras, mezclar en un vaso pequeño bicarbonato de sodio y 10 gotas de aceite esencial de lavanda.  Espolvorear la mezcla sobre alfombras y tapetes (incluso los del carro), dejar que se asiente por una hora y luego pasar la aspiradora.

Otra receta para limpiar y desodorizar es mezclando media taza de bicarbonato de sodio con 10 gotas de aceite esencial (puede ser de lavanda, pero también árbol de té, por ejemplo) y verter en el inodoro, seguido de ¼ de taza de vinagre.  Luego restregar con el cepillo para el inodoro.  Esta fórmula se puede utilizar para limpiar superficies tanto en baños como cocina.

  

Recetas con lavanda en flores o en aceite esencial

Aceite infundido con lavanda

Como vimos más arriba, el aceite esencial de lavanda se obtiene por medio del vapor de la destilación.  Las flores se cosechan cuando están completamente florecidas pues, en ese momento contienen la mayor concentración de ésteres.  Se necesitan 75 kilos de lavanda para producir medio litro de aceite esencial de lavanda (por eso los precios de los aceites esenciales son tan elevados, aunque la calidad y efectividad es insuperable).

Sin embargo, usted puede hacer una infusión fría al remojar las flores de lavanda en otro aceite.  La siguiente receta proviene de www.blackthumbgardener.com :

Ingredientes y materiales:

  • Flores secas de lavanda
  • Aceite mineral o aceite de olivas. Yo sugeriría el aceite fraccionado de coco y/o mezclado con jojoba y argán.
  • Un frasco
  • Un lienzo para filtrar o muselina
  • Una botella esterilizada

Preparación:

  1. Lavar y secar bien el frasco y luego introducir ahí las flores secas de lavanda hasta llenarlo.
  2. Verter el aceite sobre las flores hasta que las cubra completamente.
  3. Dejar el frasco en un lugar donde pueda recibir suficiente luz solar entre 4-6 semanas. El sol ayudará a extraer el aceite de las flores y infundirlo con el aceite de base.
  4. Después de las 4-6 semanas verter el aceite pasándolo por la muselina a la botella esterilizada.

Existen muchas maneras de utilizar el aceite esencial de lavanda como parte de su rutina.  Entérese de las formas en que puede incorporar la lavanda en su estilo de vida aprendiendo cómo hacer su propio perfume o mezclar sus aceites esenciales con propósitos específicos. Enseguida le dejo las indicaciones para mezclar aceites esenciales.

 

Cómo mezclar sus propios aceites esenciales

Si usted desea mezclar sus aceites con propósitos aromáticos simplemente, ha de asegurarse de que sus combinaciones huelan bien una vez que haga las mezclas.  Una forma fácil de lograrlo es clasificando los aceites por categorías.  Algunas de las categorías principales son las siguientes:

Herbales:  Incienso, Salvia esclarea (Clary sage), menta, pachuli, limoncillo, eucalipto, romero, manzanilla alemana, árbol de té o melaleuca, hierbabuena, albahaca, hinojo, manzanilla romana.

Maderas: sándalo, canela, jengibre, cedro, junípero, pimienta negra, pino, abeto.

Florales: lavanda, ylang ylang, geranio, nerolí, rosa, jazmín, palmarosa y petitgrain.

Cítricos:  limón, toronja, bergamota, naranja dulce, limón verde, mandarina, melissa, cidronela (toronjil).

Sabiendo a qué categorías pertenecen sus aceites, se pueden ver qué combinaciones son posibles.  No existen realmente lineamientos para mezclar los aceites, al fin y al cabo, depende de sus preferencias, pero existen unas guías que le ayudarán sobre todo si es principiante en el tema de la mezcla de aceites esenciales.  Normalmente, los aceites de la misma categoría se combinan bien, así como los de una categoría que se complemente bien con otra.  Por ejemplo,

Aceites con fragancia de madera se mezclan bien con otros de su misma categoría. Así mismo, con aceites florales, herbales y cítricos.

Aceites con fragancia floral se mezclan bien con otros de su misma categoría, pero también, con fragancias de madera y cítricas.

Aceites con fragancia herbal se mezclan bien con los mismo de su categoría y con fragancias de madera.

Aceites con fragancias cítricas se mezclan bien con otros cítricos, pero también con aceites florales y fragancias de madera.

Una vez lograda la combinación, lo mejor es hacer una prueba pequeña para asegurarse de que le gusta la mezcla y ahí sí hacer una tanda grande de la mezcla.  La muestra se puede hacer de unas 10-15 gotas de aceites esenciales en total para probar.

Una vez que la mezcla se realice, lo mejor es dejar que los aceites se asienten entre 24-48 horas antes de utilizarlos, para que los aromas se entremezclen bien y se desplieguen en la fusión lograda.

Usted puede también registrar sus propias combinaciones, tanto las de sus preferencias como las de sus propósitos enseguida puede ver un ejemplo:

 

  

El uso seguro del aceite esencial de lavanda

Los que conocemos los aceites esenciales sabemos que es una de las mejores formas de incorporar alternativas holísticas para prevenir y tratar dolencias comunes en nuestros hogares.  Sin embargo, es importante tener las siguientes precauciones al utilizar el aceite esencial de lavanda.

Normalmente el uso del aceite de lavanda diluido en agua o en un aceite portador para ser aplicado de manera tópica o a través del uso de un difusor para inhalarlo es seguro tanto para adultos como para niños.

Si usted tiene una piel sensible o tiene una herida abierta, no se recomienda aplicarlo de manera directa así que opte por mezclarlo con un aceite portador como el de coco fraccionado, de olivas, jojoba, o incluso, de almendras de buena calidad. Como lo menciono más arriba, también funciona diluirlo en un poco de agua.

Absténgase de frotar el aceite cerca de los ojos o de las membranas mucosas.  Si esto sucede, enjuagar con abundante agua.  La lavanda ha de causar reacciones alérgicas en algunas personas, así que pruebe a untar el aceite en una pequeña zona de la piel de un brazo antes de utilizarlo por si acaso hay una reacción.

 

Posibles efectos secundarios del aceite esencial de lavanda

Como algunas personas pueden resultar alérgicas al aceite de lavanda, siempre es mejor hacer una prueba antes de utilizarlo, sobre todo para masajes u otras aplicaciones tópicas como dolor de cabeza y garganta.  También existen casos en los que algunas personas han de experimentar reacciones como dolor de cabeza, náuseas, vómito y escalofríos al inhalar o aplicar el aceite de manera tópica.

Actualmente no existen contraindicaciones del aceite de lavanda para mujeres en embarazo o lactantes, pero tampoco estudios que indiquen su seguridad, así que es mejor tratarlo con prudencia.

El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos alerta sobre el uso contraindicado del aceite de lavanda en caso de que la persona esté bajo medicación de barbitúricos, benzodiacepinas e hidrato de cloral ya que ha de incrementar los efectos sedantes de esos medicamentos y causar somnolencia extrema y adormecimiento.

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