¿Qué son las zonas azules?

 

 

Foto de Pixabay 

 

A partir de fragmentos del texto The Blue Zones de Dan Buettner

Desde los primeros años del nuevo milenio, Dan Buettner ha investigado y escrito sobre las zonas del mundo donde existen las mayores concentraciones de personas longevas (más de 100 años de edad) y a las cuales, se ha denominado “Zonas Azules”. 

A través de unos artículos para la National Geographic, Buettner expuso tres lugares en la isla de Cerdeña donde se presentaba este fenómeno y luego expandió a la isla de Okinawa, en Japón. Fue en este último lugar donde la señora Ushi Ukushima cautivó profundamente a sus entrevistadores puesto que su estilo de vida sencillo, su energía vital y la forma en que acogía y trataba a los que la rodeaban además de otros aspectos como la alimentación, las actividades físicas, la conexión espiritual son, más que los genes, los atributos que a estos adultos centenarios les pueden hacer vivir bien y por mucho tiempo.

Unos años después y gracias al éxito de estos artículos, Buettner volvió a estos y otros lugares a profundizar en su investigación, con la ayuda de un equipo de especialistas y centenarios que pudieran contar su historia personal. 

Anteriormente, se habían resaltado estudios sobre grupos de personas longevas como los Hunza en el Himalaya, los indígenas de Vilcabamba en Ecuador y los Tarahumaras en México, pero, en realidad las cifras fueron exageradas así que para este proyecto la condición era entrevistar centenarios vivos y activos.  He aquí un poco de lo que cada una de estas comunidades nos enseña.

 

La región de Barbagia en la isla de Cerdeña, Italia

 

Donde las mujeres son fuertes, la familia es número uno y la salud emerge de las colinas

Aunque inicialmente se hicieron exámenes genéticos, poco a poco, los investigadores se dieron cuenta que la longevidad de esta comunidad tiene que ver más con su estilo de vida y alimentación.

Es un grupo de personas que vive, de alguna manera, aislada de la Italia continental, en un terreno montañoso que se eleva hacia el macizo Gennargentu por su lado oriental excepto por unos parches de bosques de madera rolliza como endrinos, tejos, robles y fresnos.

La mayoría de los hombres (el señor Buettner encontró 9 hombres y 8 mujeres centenarios en una población de 2500) se dedicaban al pastoreo de ovejas y cabras. Las mujeres por su parte, a la crianza de los hijos, labores de la casa y de la huerta (sembrando y cosechando) y las finanzas.

Dado que el número de hombres centenarios sobrepasa el de mujeres y que no es el caso en otras zonas azules del planeta, los propios centenarios de Cerdeña aluden a que es la preocupación y todo lo que trae las finanzas de la casa, puede ser lo que disminuye el rango de longevidad en las mujeres.

Antes de que el estilo de alimentación norteamericana llegara a estos lugares, encuestas realizadas en 1941 revelan que campesinos y pastores en Cerdeña se alimentaban de una manera muy simple y frugal, incluso para los estándares de la dieta Mediterránea.

El pan es la principal fuente alimenticia.  Los pastores salen temprano de su casa al campo y llevan en sus alforjas un kilo de pan… al medio día, la comida consiste en pan con un poco de queso, eso, si la familia tiene los medios, mientras que la mayoría se conforma con una cebolla, una cepa pequeña de hinojo o unos ravanelli (rábanos).  Para la cena, la familia se reúne a compartir una sola comida que consiste en una sopa minestrone, solo vegetales y a la que los más pudientes, le añaden pasta.  En la mayor parte de los lugares, la gente comía carne una vez a la semana, el domingo.  Según las encuestas, la carne era un lujo reservado para las festividades, no más de dos veces al mes.  A notar que, para pertenecer a la cultura mediterránea, el pescado no figuraba esencialmente en su dieta.

Las bebidas principalmente eran vino, leche de cabra y aceite de resina de lentisco. 

El trabajo y el sentido del propósito son otras de las características presentes en estas personas.  Levantados desde temprano, salen a trabajar el campo todo el día para obtener productos como leche de cabra, verduras y pan para sus familias.

Otro factor que incide en la longevidad de los mayores es que están en su casa y son parte funcional de su familia.  Los hogares para ancianos y el aislamiento están fuera de lugar y siquiera considerarlo resulta deshonroso para la familia.

Esta es la Cerdeña del pasado. La modernidad también ha llegado a Cerdeña con mecanización y tecnología que han remplazado a las largas horas de trabajo; carros y camiones han eliminado la necesidad de caminar largas distancias; la televisión ha desplazado la integración familiar y comunitaria; y la comida chatarra, a los panes hechos de granos integrales y verduras frescas.

La juventud de hoy es más gorda, no hay un sentido por guardar las tradiciones y sienten más atracción por cosas exteriores.

 

Lecciones de los centenarios de la zona azul de Cerdeña

1.   Consuma una dieta a base de vegetales y si consume carne, que sea como un condimento.

La dieta clásica Cerdeña consiste en pan a base de granos integrales, algunas leguminosas como habas, vegetales de la huerta, frutas, y en algunas partes de la isla, aceite de lentisco.  Los habitantes de Cerdeña consumen tradicionalmente queso pecorino hecho de leche de oveja, rico en ácidos grasos omega-3.  La carne se reserva para los domingos u ocasiones especiales.

2.   La familia primero.

Los fuertes valores familiares de la gente en Cerdeña permiten asegurar que a ninguno de sus miembros le ha de faltar atención y cuidado cuando lo necesiten.  Las personas que viven en familias sólidas y saludables, tienden a sufrir menores tasas de depresión, estrés y suicidio.

3.   Beber o consumir productos de la leche de cabra

Un vaso de leche de cabra contiene componentes que pueden ayudar a proteger contra enfermedades inflamatorias del envejecimiento como afección cardiaca y enfermedad de Alzheimer.

 4.   Honrar a los mayores.

Los abuelos pueden proveer amor, cuidado de los niños, ayuda financiera, sabiduría y expectativas o motivación a perpetuar las tradiciones y animar a sus hijos hacia el éxito en sus vidas.  Todo esto ayuda a tener una descendencia más saludable, mejor adaptada y longeva.  Esto ayuda a que mejore la esperanza de vida de la población en general.

 5.   Caminar

Caminar 8 kilómetros al día o más, como los pastores de Cerdeña proporciona todos los beneficios cardiovasculares necesarios, así como un efecto positivo del sistema músculo - esquelético y del metabolismo, sin la presión ejercida en las articulaciones al correr.

 6.  Beber uno o dos vasos de vino rojo al día.

El vino de Cerdeña no es lo único que contiene flavonoides; frutas y verduras de coloración intensa, así como el chocolate negro también los contienen.  Según Buettner, estudios han demostrado que una diete elevada en flavonoides está asociada con la baja incidencia de ciertos cánceres y enfermedad cardiaca.

 7.   Ría con sus amistades.

Los hombres de esta zona azul son conocidos por su particular sentido del humor.  Se reúnen en la calle por la tarde y ríen de ellos y entre ellos.  La risa reduce la tensión, que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

 

 La zona azul en Okinawa, Japón

 

Foto cortesía de Jennifer Ten Pixabay

Sol, espiritualidad y batatas

Al llegar a Okinawa, con 1.3 millones de habitantes, Buettner encontró 700 centenarios, un número bastante significativo pero que empieza a reducir rápidamente debido a la incursión de la cultura alimenticia norteamericana con restaurantes de comida rápida por todos lados.

Kamada Nakazato de 102 años en ese momento, era la Noro de su pueblo, en la península de Motobu.  La Noro es una sacerdotisa en comunión con dioses y ancestros y que sirve de consejera espiritual para los habitantes del pueblo.  Desde principios de siglo XV, la Noro era una figura oficial de la estructura política de Okinawa, nombrada por la corte y asignada a ciertos pueblos.  La sucesión de la Noro era intrafamiliar y una reglamentación básica, así que era un oficio que pasaba a la sobrina, hija o nieta de la precedente.  La señora Kamada era la última de un linaje de Noros de 400 años.

Hay muchas cosas interesantes que aportan los mayores de Okinawa, como sus hábitos alimenticios, trabajos en las huertas, pero también importantes reflexiones.  Al preguntarle a Kamada Nakazato cuál era el secreto para llegar a la edad de 102 años ella contestó:

“Yo era hermosa de joven.  Tenía un cabello que me llegaba a la cintura.  Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que la belleza viene de adentro.  No viene tanto de preocuparse mucho por sus propios problemas.  Algunas veces la mejor manera de cuidarse uno(a) mismo(a) es ocupándose de los otros”.

Y algo más:

“Cómase sus vegetales, tenga una actitud positiva, sea bondadoso(a) con los demás y sonría”, sin olvidar Hara hachi bu :  comer hasta sentirse 80% satisfecho(a).

Lecciones de longevidad de Okinawa

 1.   Adopte un Ikigai

Cada uno de los adultos mayores de Okinawa puede darle un motivo por el cual levantarse cada mañana.  Sus vidas imbuidas de propósito les ofrece un sentido de responsabilidad y el sentimiento de ser necesitados hasta una avanzada edad.

 2.   Confíese a una alimentación a base de vegetales.

Los ancianos de Okinawa han consumido una dieta a base de vegetales la mayor parte de sus vidas.  Sus comidas consisten en verduras salteadas, batatas y tofu (preferiblemente fermentado) que tienen un alto contenido nutricional y son bajos en calorías.  Goya (una especie de melón agrio) contiene una gran cantidad de antioxidantes y compuestos que disminuyen los niveles de azúcar en sangre.  Aunque los centenarios de Okinawa consumen un poco de cerdo, esta comida está reservada para muy contadas ocasiones y en muy pocas cantidades.

 3.   A trabajar en la huerta.

Casi todos los centenarios de Okinawa cultivan o han cultivado alguna vez en una huerta.  Es una fuente de actividad física diaria que ejercita el cuerpo con un amplio rango de movimiento y además ayuda a reducir el estrés. Asimismo, es una fuente constante de vegetales frescos.

 4.   Consuma más soya.

Normalmente yo no recomiendo el consumo de soya pues, para este tiempo, toda la soya que se produce es transgénica.  Sin embargo, la opción de soya orgánica y fermentada provee todos los beneficios de este alimento. 

Por otra parte, la dieta Okinawa es rica en alimentos a base de soya, como el tofu y la sopa de miso.  Los flavonoides en el tofu ayudan a proteger el músculo cardiaco y a prevenir el cáncer de mama.  Los alimentos fermentados a base de soya contribuyen a la salud de la flora intestinal y ofrecen mejores beneficios nutricionales.

 5.   Mantenga un Moai

La tradición Okinawa de mantener un Moai (un grupo de amigo(a)s) provee redes sociales seguras.  Estas redes seguras prestan apoyo emocional y financiero en tiempos de necesidad y les dan a sus miembros apoyo y seguridad de manera que ningún miembro se siente desamparado.

 6.   Disfrute de la luz solar.

Al exponerse al sol de manera frecuente, el cuerpo produce vitamina D que promueve salud ósea.  Permanecer al aire libre por varias horas al día le ha permitido a los ancianos de Okinawa mantener niveles elevados y óptimos de vitamina D a lo largo del año.

 7.   Manténgase activo(a).

Los adultos mayores de Okinawa son caminantes y jardineros activos.  La casa típica de Okinawa tiene muy pocos muebles, sus residentes toman los alimentos y descansan sobre tatamis (una especie de esteras que se utilizan como tapete en las áreas principales de la casa).  El hecho de que la gente mayor se siente y se levante muchas veces durante el día, fortalece la parte inferior del cuerpo y le da equilibrio, cosa que les protege de caídas peligrosas.

 8.   Construya una huerta medicinal.

La artemisa, el jengibre y la cúrcuma son las hierbas medicinales de base en Okinawa y todas tienen propiedades medicinales comprobadas.  Al consumirlas diariamente, la gente de esta isla se protege de, prácticamente, cualquier enfermedad. 

 9.   Tenga buena actitud

El historial de guerras y catástrofes ha dotado a los habitantes de Okinawa de una actitud afable.  Han sido capaces de dejar los días difíciles atrás y disfrutar de los placeres sencillos del presente.  Han aprendido a caerle bien y a mantener cerca de ellos a la gente joven.

 

 La zona azul de los Estados Unidos

 

Foto cortesía de Raggio

Un oasis de longevidad en el sur de California

Los Adventistas del Séptimo día son una comunidad que vive en Loma Linda, California, a unos 100 kilómetros de los Ángeles y que, en los últimos 50 años, los miembros de esta comunidad, cuya fe avala la vida saludable, han participado en un estudio pionero sobre salud y dietética en californianos mayores de 25 años de edad.  Los resultados de este estudio ofrecen claves sobre otro hecho sobresaliente de estos adventistas:  como grupo, lideran a toda la nación en cuanto a la más larga expectativa de vida. 

A pesar de que Loma Linda está ubicada en la misma zona contaminada de Los Ángeles, parece ser uno de los pocos lugares en los Estados Unidos donde una verdadera zona azul se ha podido enraizar.  Los adventistas profesan una fe que desalienta el consumo de cigarrillo, alcohol y alimentos que la biblia considera impuros, como el cerdo.  De hecho, esta religión desaconseja el consumo de carne en general, así como alimentos enriquecidos, bebidas con cafeína e incluso especias y condimentos “estimulantes”.

Con todo lo restrictivo que pueda parecer, estas medidas han resultado convertir a Loma Linda en un oasis de longevidad en medio de la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos.  Hay muchas más cifras impresionantes y obras inclinadas hacia la salud que han desarrollado los miembros de esta iglesia, datos y resultados como para completar un libro por sí mismo.

Muchos adventistas piensan que la religión adventista se fundó a partir de los mensajes que la señora a Ellen G. White recibió de Dios y escribió, pero le animo para que profundice en lo que estas personas promulgan, pues es bastante interesante. No me voy a convertir en adventista, pero no hay que serlo para admirar cómo estas personas han logrado construir una zona azul en pleno Estados Unidos, mantenerse unidos y reforzar los comportamientos adecuados para alcanzar la longevidad.

 

Los secretos de longevidad en Loma Linda 

1.   Encuentre un santuario en el tiempo.

Un descanso semanal lejos de los rigores de la rutina diaria es el Sabbath de 24 horas que permite pasar un tiempo con y para la familia, Dios, los amigos y la naturaleza.  Los adventistas valoran y respetan este tiempo pues les permite aliviar el estrés, fortalecer sus relaciones y practicar una actividad física.

 2.   Mantenga un índice de masa muscular saludable (IMM).

Los adventistas con un IMM saludable (o sea un peso corporal correspondiente a su estatura) que se mantienen activos, consumen carne raramente si acaso, tienen mínimos índices de presión arterial, colesterol y enfermedades cardiovasculares comparados con otros norteamericanos más pesados y con mayores IsMM.

 3.   Practique ejercicio moderado de manera constante.

La encuesta de salud adventista (AHS por su sigla en inglés) demuestra que no se necesita ser maratonista para maximizar su expectativa de vida.  La práctica diaria de ejercicio de mediana-baja intensidad como caminatas, parece reducir de manera significativa el riesgo a enfermedades cardiacas y ciertos cánceres.

 4.   Pase tiempo con personas que piensan de una manera parecida.

Los adventistas tienden a pasar tiempo con otros adventistas.  Produce bienestar cuando se comparten los mismos valores y hay apoyo en los hábitos en que se coincide con otras personas.

 5.   Consuma nueces como tentempiés.

Los adventistas que consumen nueces por lo menos 5 veces a la semana tienen menos de la mitad del riesgo de insuficiencia cardiaca y viven en promedio 2 años más que aquellos que no las consumen.  Existen por lo menos 4 estudios amplios que han confirmado que el consumo de nueces tiene un impacto positivo en la salud y esperanza de vida.

 6.   Retribuya

Los adventistas del séptimo día, como otras religiones promueven y ofrecen oportunidades a sus miembros para hacer voluntariado.  Algunos testimonios de estos adultos centenarios indican que, al practicar esta actividad, encuentran un sentido a su propósito de vida y evitan la depresión al enfocarse en la ayuda a otros necesitados.

 7.   Consuma carne de forma moderada.

Muchos adventistas siguen una dieta vegetariana, la AHS (Encuesta de salud adventista) demuestra que consumir frutas, vegetales y granos integrales ofrece protección al organismo contra una amplia variedad de cánceres.  Para aquellos que prefieren comer carne, los adventistas recomiendan porciones pequeñas como una adición en lugar de ser el plato principal.

 8.   Consuma una cena ligera y a horas tempranas.

Dice la nutricionista norteamericana Adelle Davis “desayune como un rey, almuerce como un príncipe y cene como un mendigo”, una actitud reflejada en las prácticas adventistas.  Una cena temprana evita llenar el cuerpo de calorías durante las horas inactivas del día.  Esto parece promover una mejor calidad de sueño y disminuir el IMM.

 9.   Incluya más verduras en su dieta.

Se demostró que los adventistas no fumadores que consumían 2 porciones de fruta al día tenían una incidencia menor del 70% de cáncer pulmonar comparado con los no fumadores que solo comía fruta una o dos veces por semana.  Los adventistas que consumían legumbres tipo alverjas y frijoles 3 veces por semana tuvieron un 30-40% reducción de cáncer de colon.  Las mujeres adventistas que consumían tomates por lo menos 3-4 veces por semana, redujeron su riesgo de cáncer de ovario en un 70% comparado con aquellas que no los consumían tan a menudo.  Asimismo, el consumo elevado de tomates parece haber tenido un efecto en reducir el cáncer de próstata en los hombres.

 10.   Beber agua.

La encuesta de salud adventista AHS sugiere que los hombres que bebían entre 5-6 vasos de agua al día tuvieron una reducción significativa en cuanto al riesgo de infarto, un 60-70% menos comparado con aquellos que bebían mucha menos agua.

 

Descubriendo la zona azul de Costa Rica

 

Foto de Pixabay

Fríjoles con tortillas, trabajo duro y ¿algo en el agua?

La península de Nicoya era un lugar aislado, un poco de la misma manera que lo era Cerdeña y tal vez, esta puede ser una de las claves para la longevidad. 

Aunque Costa Rica es el país que tiene el índice de cáncer de estómago más alto en el mundo, la zona media de Nicoya, no. 

La gente de esta zona azul comparte varias características con las otras zonas azules, pero tiene sus peculiaridades, más cercanas a la idiosincrasia de los países latinoamericanos.

Primero, la base de su alimentación son las tortillas de maíz, frijoles, arroz, frutas tropicales como piña, papaya, mango, así como naranja, la fruta del marañón, la anona (una especie muy similar a la chirimoya) y el jengibre silvestre que contienen una cantidad de antioxidantes y vitaminas.

Sin embargo, los investigadores se dieron cuenta de que los granos de maíz se remojaban en ceniza y jugo de limón verde (hidróxido de calcio), luego se pasaban por el molino para volverlo masa y se daba forma a las tortillas, para luego servirlas con fríjoles y calabacín.  Esta combinación, según la señora Eliza Thomas, investigadora asociada al proyecto, es rica en carbohidratos complejos, proteína, calcio y niacina (B3).  Sobre todo, porque, al cocinar los granos de maíz con limón, libera ciertos aminoácidos para que los absorba el organismo. A esta preparación le llaman maíz nixquezado.

Segundo, una actitud un poco liberada en cuanto al matrimonio puesto que, la mayoría de los hombres, tienen relaciones extramatrimoniales.

Claro que, si fuera solamente por las dos características arriba mencionadas, toda Latinoamérica, sería una zona muy longeva.

Uno de los hallazgos más significativos es el de la calidad del agua en esta zona de Costa Rica.  Mediciones hechas por el grupo investigador detectaron contenidos elevados de calcio y magnesio. 

Según las pruebas y cálculos realizados por los demógrafos del equipo, si el habitante de Nicoya promedio consume (bebe, cocina o toma su café) seis litros de agua al día, se cree que él o ella debe ingerir un gramo de calcio, que es el requerimiento diario para la mayoría de los humanos.

La Organización Mundial de la Salud ha manifestado que las poblaciones con agua dura (con altos niveles de minerales) tienen hasta un 25% menos de muertes causadas por problemas cardiacos que en poblaciones abastecidas con agua blanda. Funciona de esta manera: el corazón es un músculo y todas las contracciones musculares dependen del calcio.  La deficiencia de calcio significa músculos débiles incluyendo el corazón y los ancianos, a menudo, tienen muy poco calcio en el cuerpo.

 

Secretos para la longevidad de la zona azul de Costa Rica

  1. Tenga un plan de vida.

Los mayores que llegan a la centena de edad tienen un fuerte sentido del propósito.  Se sienten necesitados y desean contribuir para el bien.

  1. Beba agua dura.

Si usted vive en un lugar que provee agua blanda, trate de conseguir un filtro de agua que le proporcione un buen contenido de calcio y magnesio, (le propongo el de Nikken que tiene los componentes para ofrecerle un agua enriquecida).

  1. Mantenga el enfoque en la familia.

Los centenarios de Nicoya tienden a vivir con sus familias, hijos y/o nietos que les proporciona apoyo y un sentimiento de utilidad y pertenencia.

  1. Cene una comida ligera.

Consumir menos calorías parece ser una de las maneras más seguras de añadir años a su vida.  Los habitantes de Nicoya acostumbran a cenar de manera frugal y temprano.

  1. Mantenga relaciones sociales.

Las personas ancianas de Nicoya reciben frecuentes visitas de sus vecinos.  Ellos saben escuchar y compartir un rato agradable.

  1. Trabaje duro.

Los ancianos centenarios han disfrutado el trabajo físico a lo largo de sus vidas. Tratan de mantener sus actividades físicas de manera rutinaria.

  1. Tome sol conscientemente.

Las personas de esta parte de Costa Rica aprovechan regularmente la luz del sol que a su vez ayuda al cuerpo a producir vitamina D para el fortalecimiento de huesos y un funcionamiento corporal saludable.  El déficit de vitamina D está asociado a la osteoporosis y la enfermedad cardiaca, pero una exposición al sol “inteligente” (alrededor de 15 minutos diarios en brazos y piernas) puede ayudar a suplementar su dieta y asegurarse de que está recibiendo lo suficiente de este nutriente.

  1. Remóntese a la historia de la comunidad.

Las raíces de los modernos habitantes de Nicoya provenientes de los indígenas Chorotega y sus tradiciones les han permitido vivir con menos estrés. 

Por otra parte, su dieta tradicional de maíz fortificado y fríjoles ha de ser una de las mejores combinaciones para la longevidad hasta ahora conocidas.

 

La zona azul de Grecia

 

Foto de Maria Michelle

Donde a la gente se le olvida morir

La isla de Ikaria se encuentra a unos 50 kilómetros de las costas de Turquía en el mar Egeo.

Los ikarianos consumen una versión de la dieta mediterránea, un menú rico en aceite de olivas y vegetales, bajo consumo de lácteos y carne; y un poco de alcohol diario.  En Ikaria hay gran abundancia de papa que crece bien en ese suelo, leche de cabra, fríjoles y un poco de fruta.  Los ikarianos recogen, según la estación, una gran cantidad de hierbas que crecen de manera silvestre en Grecia y se utilizan en sus preparaciones. 

Menta silvestre contra la enfermedad periodontal y las úlceras, romero contra los síntomas de la Gota, artemisa para mejorar la circulación; entre otras. Estas hierbas a menudo se consumen en la forma de aromáticas, pero hay que rotar los sabores para no acumular demasiado de un solo componente en el organismo.  Se ha identificado que el té de manzanilla contiene propiedades que protegen contra la formación de coágulos; el té de menta exhibe propiedades antivirales; y el hibiscus o flor de Jamaica ayuda a bajar la presión sanguínea.

 

Los secretos para la longevidad en Ikaria

  1. Beba un poco de leche de cabra

Un poco de leche de cabra en su dieta le proporciona una gran fuente de calcio, potasio y triptófano (hormona que alivia el estrés).  Estudios han demostrado que la leche de cabra es muy parecida a la leche materna y contiene oligosacáridos que promueve la salud de la flora intestinal.  Es también hipo alergénica y normalmente, puede ser tolerada por las personas con intolerancia a la lactosa.

  1. Viva al estilo de la montaña.

Los ikarianos más longevos eran personas de escasos recursos que vivían en las colinas de la isla.  Se ejercitaban constantemente nada más trabajando en la huerta, caminando a la casa de algún vecino o podando su propio jardín.  La lección para nosotros:  estructuremos más actividad física en nuestras vidas viviendo en vecindarios con aceras o espacios para caminar, transportándonos en una bicicleta que funcione y cultivando una huerta.

  1. Consuma una dieta al estilo mediterráneo.

Los ikarianos consumen una variación de la llamada dieta mediterránea con muchas frutas y vegetales; granos integrales, papas y aceite de olivas.  Trate de consumir aceite de olivas que contiene grasas mono insaturadas que disminuyen el colesterol. 

  1. Tenga sus hierbas aromáticas.

La gente de Ikaria disfruta de aromáticas con familia y amigos.  Análisis científicos han comprobado que las aromáticas tienen una carga antioxidante. Por ejemplo, el romero silvestre, la salvia y el orégano actúan como diuréticos que mantienen la presión sanguínea bajo control al hacer eliminar el exceso de sodio y agua.  Es importante variar.

  1. La siesta

Siga el ejemplo de los ikarianos y tómese un pequeño descanso a media tarde.  La gente que hace una siesta regularmente, tiene un 35% menos de posibilidades de morir de un infarto.  Esto puede ser porque el descanso permite disminuir las hormonas del estrés o descansa el corazón.  O puede ser porque los que hacen siesta tienden a vivir vidas más saludables. 

Conclusión:  según Dan Buettner, su profesora de kínder sabía lo que hacía.

  1. Haga ayunos ocasionales.

Los ikarianos han sido cristianos ortodoxos griegos por tradición.  Su calendario religioso les indicaba ayunar por lo menos, la mitad del año.  La restricción calórica que es una forma de ayuno en la que se reduce un 30% de las calorías de la dieta normal (es la única manera comprobada de reducir el proceso de envejecimiento en mamíferos).  Así que la reducción calórica moderada y frecuente, como parte de la dieta o de la práctica religiosa, le puede aportar algunos de los mismos beneficios de los que disfrutan los ikarianaos.

  1. Familia y amigos cercanos la prioridad.

Los ikarianos promueven las relaciones sociales que han demostrado beneficiar la salud en general y la longevidad.  De hecho, los investigadores que analizaron 148 estudios diferentes identificaron que la gente que no socializaba con sus comunidades, tenía un 50% más de posibilidades de fallecer durante el siguiente período de 7 ½ años en promedio comparado con aquellos que tenían fuertes lazos sociales.

  

Cómo lograr su zona azul personal

Foto de Daniel Nebreda

Tal como lo expone el autor Dan Buettner, las personas que viven en estos lugares no solo gozan de una gran longevidad, sino que tienden a vivir una mejor calidad de vida.  Tienen fuertes lazos con sus familias y círculos sociales; son personas activas; se despiertan en la mañana sabiendo que tienen un propósito en su vida y el mundo les responde de una manera que los impulsa.

Buettner para concluir su estudio propone “el poder de nueve”, las lecciones provenientes de estas zonas de una manera en que las adapta al pensamiento occidental. Aunque estas prácticas están solo asociadas a la longevidad no quiere decir que la aumenten; al adoptar usted estos hábitos saludables, empieza a inclinar la balanza a su favor. 

En la página www.bluezones.com encontrará cada uno de los pasos como los propone el autor, sin embargo, aquí enumero simplemente las lecciones para que usted las tenga en cuenta y si le atraen, profundice en ellas.

 

Lección 1:  muévase naturalmente.

Lo(a)s anciano(a)s centenario(a)s no corren maratones, ni tampoco se transforman en deportistas de fin de semana.  En cambio, realizan actividades de baja intensidad, pero de manera permanente como parte de su rutina diaria. 

Lección 2:  Hara hachi bu

Hara hachi bu es una de las premisas de la gente en Okinawa y se refiere precisamente a comer en cada comida hasta sentirse un 80% satisfecho(a).

Lección 3:  Incline la balanza hacia las verduras

Evite la carne y las comidas procesadas.  Lo(a)s anciano(a)s de Cerdeña, Nicoya y Okinawa nunca han tenido la oportunidad de consumir alimentos procesados, ni bebidas gaseosas ni comidas de paquete.  No han tenido mucho acceso a la carne sino en raras ocasiones.  Casi todos se han abastecido de sus huertas y han complementado estos alimentos con trigo duro (Cerdeña), batatas (Okinawa) o maíz (Nicoya).  Los adventistas simplemente, evitan la carne.

Lección 4:  las uvas de la vida o tome vino con moderación

Lección 5:  el propósito del ahora

Tómese el tiempo para ver todo el panorama.  La gente de Okinawa le llama ikigai y la gente de Nicoya Plan de vida, lo que en realidad significa: “para qué me despierto cada mañana”.  El fuerte sentido del propósito que tienen estas personas actúa como un filtro contra el estrés y ayuda a reducir las posibilidades de sufrir Alzheimer, artritis y paros.

Lección 6:  baje la velocidad 

Es importante dedicarse un tiempo para reducir el estrés.  Los italianos de Cerdeña salen a las 17h a verse con los amigos y tomarse un vino.  Los griegos, toman una siesta; la gente de Nicoya, la tarde con los amigos.  Los adventistas el Sabbath, su santuario en el tiempo.  Es un tiempo que ayuda a restablecer fuerzas, a descansar y a renovarse; además de otros profundos beneficios para la salud.

Lección 7: pertenecer

Participe en una comunidad espiritual.  Esto le permite fortalecer sus lazos con las personas que piensan como usted y crear una red de apoyo.  Las personas que asisten a ceremonias y servicios espirituales tienden a tener más autoestima ya que la religión y ese sentimiento de pertenencia motiva expectativas positivas que estimulan la salud y la sensación de bienestar.

Lección 8:  los seres queridos primero

La familia es prioridad, así su vida gira en torno al servicio familiar, ritual y cierto énfasis en permanecer unidos.

Lección 9:  la tribu correcta

Rodearse de aquellos que comparten los valores de las zonas azules.  Tal vez es lo más significativo que puede hacer para mejorar su estilo de vida.  Esto refuerza los hábitos que está tratando de incorporar a su vida, compartir experiencias, brindar y recibir apoyo; retroalimentarse.

¡Usted decide!

 

 


1 comentario

  • Muy interesante lo que publican .

    Juan Angel Painceiras

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