La ciencia y la labor de recordar: técnicas para crear una memoria duradera

Según Robert Roy Britt de la revista Elemental, en un artículo sobre el arte y ciencia de memorizar y que comparto hoy con usted, aprenderse de memoria todo un texto antes de un examen o repetir el nombre de una persona, de hecho, no serían las mejores técnicas para afianzar su memoria.

 

Los recuerdos no surgen, sino que se construyen 

En el cerebro, este proceso involucra el poner a funcionar la memoria convirtiendo eventos que acabamos de aprender en recuerdos a largo plazo.  Los científicos han sabido ya por años que el ruido de la vida diaria puede interferir con la codificación de información en la mente de manera que no podamos más tarde evocar esos recuerdos.  Avances recientes sugieren incluso que olvidar no es una falla de la memoria, pero más bien, una manera de la mente de deshacerse de información intrascendente para enfocarse en lo que es realmente importante.

Por otra parte, distintas investigaciones muestran que el proceso de memorización es circular y no linear.  “cada vez que se evoca un recuerdo, ese recuerdo se vuelve más accesible en el futuro”, dice el psicólogo Jeffrey Karpicke de la Universidad de Purdue, quien añade además que tan solo hace unos pocos años se ha esclarecido lo importante que es la evocación de recuerdos para conformar una memoria sólida.  Esto permitiría explicar por qué la gente recuerda un evento de la infancia, especialmente si lo han contado varias veces, pero no pueden recordar el nombre de la persona que conocieron ayer.

 

Cómo hacer que los recuerdos se adhieran

 

Imagen de Gerd Altmann

En 2011 los doctores Karpicke y Bauernschmidt hicieron un experimento donde demostraron que, el evocar información aprendida, por medio de exámenes o quizzes, es una técnica definitivamente superior a la de la simple memorización repetitiva. 

Para el experimento dividieron los estudiantes en 4 grupos y utilizaron diferentes métodos para aprender a traducir palabras de la lengua swahili que aparecían en la pantalla de un ordenador.

 

  • Al grupo uno se le hizo estudiar cada palabra y su traducción una vez, sin exámenes.
  • Al grupo dos se le hicieron exámenes hasta que pudieran recordar cada palabra de la lista y su traducción.
  • Al grupo tres se le hicieron exámenes hasta que pudieran recordar cada traducción tres veces seguidas después del logro inicial.
  • Al cuarto grupo se le hicieron exámenes como al tercero, pero los exámenes fueron espaciados en el tiempo.

 

Una semana después a todos los estudiantes se les practicó un examen y he aquí los porcentajes de memorización de lo que cada grupo recordó según el método:

 

  • Grupo 1 = 1% estudiando cada palabra y su traducción una vez.
  • Grupo 2= 25% estudiando y repitiendo hasta que todas las traducciones fueran recordadas en su totalidad.
  • Grupo 3= 25% repitiendo la traducción de cada palabra tres veces seguidas luego del logro inicial.
  • Grupo 4= 80% repitiendo la traducción de cada palabra tres veces después del logro inicial, pero cada repetición espaciada en el tiempo.

 

Con base en estos resultados, el doctor Karpicke dice que el auto examen con fichas mnemotécnicas u otros medios, puede ser una manera eficiente de consolidar nuevo conocimiento en la memoria, pero, la manera más efectiva es espaciando los exámenes en lugar de hacerlos en una sola sentada.

 

El palacio de la memoria

 

imagen de Open Clipart Vectors

Para casos más complejos de memorización, como un discurso, una exposición o conferencia, existen técnicas antiguas que aún prevalecen.  En la antigua Grecia utilizaban un método elaborado para recordar conceptos largos y complejos.  Ellos le llamaban “el palacio de la memoria” o también conocido como el método de loci.  Según las investigaciones, el método funciona porque la gente recuerda mejor las cosas que puede ver, más que hechos o conceptos abstractos.

La manera de crear el palacio de la memoria es caminando por un lugar familiar, por ejemplo, su casa, y hacer asociaciones entre los objetos que usted conoce bien y las cosas que desea recordar.  Digamos que usted va a dar una charla sobre cambio climático y va a utilizar la técnica del palacio de la memoria para organizar sus ideas:  al caminar por su casa asociaría el refrigerador con gélidas tormentas invernales; luego imagina que ve a Bob esponja en su cocina comiéndose una krabby Patty y lo asocia con los efectos negativos del calentamiento en la salud de los crustáceos.  Durante la charla, usted realiza un paseo mental por su cocina y se permite hacer asociaciones un poco ilógicas pero memorables.

En las competencias modernas de memorización, en las que los participantes deben recordar poemas completos o el orden de varias barajas de naipes mezcladas, utilizan a menudo la técnica del palacio de la memoria. 

El periodista científico, Joshua Foer, cubrió el campeonato de memorización de los Estados Unidos en 2005. El señor Foer pensó que estaría mejor preparado para escribir sobre los competidores si aprendía un poco más sobre sus técnicas y pasó un año estudiándolas.  En un programa de TED talk en YouTube, Foer explica cómo la memorización se resume en asociar cosas triviales con otras más interesantes o raras:

Y es que, sin importar si somos buenos para recordar nombres, números de teléfono o instrucciones palabra por palabra de nuestros colegas, tenemos memoria visual y espacial excepcionales… La idea del palacio de la memoria es crear este edificio con los ojos de la mente y poblarla de imágenes con las cosas que se quiere recordar.  Cuanto más loca, descabellada, graciosa, escabrosa y apestosa sea la imagen, más inolvidable será.”

Dice Foer que para entender lo que pasaba en los cerebros de esos competidores de memoria, él mismo empezó a pasar 15-20 minutos diarios en la mañana ejercitando su memoria, tratando de recordar un poema, o los nombres de un anuario escolar conseguido en el mercado de pulgas, descubriendo que este ejercicio era, de hecho, entretenido. Y era entretenido porque no solo se trataba de entrenar la memoria, sino que, en realidad, lo que se trata de hacer es mejorar la memoria, la capacidad para crear e imaginar imágenes ridículas, cómicas, provocativas, insólitas, absurdas y ojalá, inolvidables en el ojo de la mente.

El hecho es que Foer se volvió tan bueno en memorizar que, en lugar de cubrir la competencia del año siguiente, participó en ella.  Según él, “el problema fue que el experimento se descontroló y gané la competencia, cosa que no se suponía que debía pasar”.

 “La distracción es el peor enemigo del que intenta guardar algo en su memoria”

En el libro “Los desafíos de la memoria” (Versión original en inglés “Moonwalking with Einstein”), Foer dice que los campeones de memoria, él incluido, no consideran tener memorias excepcionales.  Y puede ser verdad.  Una investigación realizada en 2002 donde se escanearon los cerebros de los competidores del campeonato mundial de memoria durante los momentos en que estaban memorizando hechos e imágenes detalladas mostró que una memoria superior no estaba conformada de una capacidad intelectual excepcional o diferencias estructurales en el cerebro.  Más bien, los campeones de la memoria utilizaban una estrategia de aprendizaje espacial que incorpora regiones del cerebro como el hipocampo y que son fundamentales para la memoria, particularmente, la memoria espacial.

No es que los campeones de la memoria sean más inteligentes que las otras personas, ellos simplemente trabajan más duro a la hora de guardar en la memoria, esforzando más sus cerebros en esa labor.

 

Algunas técnicas para desarrollar buena memoria

  1. Dormir. Unos estudios han demostrado que el sueño es importante para la estructuración de la memoria y muchos otros han demostrado que las siestas funcionan como un sueño de toda la noche para ese efecto.  (estudio)

En un estudio específico los investigadores hicieron aprender a 84 estudiantes universitarios algunos hechos básicos.  Luego, a un primer grupo se les hizo tomar una siesta durante la hora siguiente al aprendizaje.  AL segundo grupo, se les dejó descansar y ver una película que no tenía nada que ver con el tema de estudio.  Al tercer grupo, se les hizo revisar y repasar el material que se les había entregado para el aprendizaje. 

Al examinar los diferentes grupos inmediatamente después del experimento, tanto al grupo que hizo la siesta como al que se les hizo repasar el material de estudio, les fue mejor que al grupo que descansó y vio película.  Pero cuando se les volvió a practicar un examen la semana siguiente al experimento, solo los del grupo que tomó la siesta retuvo la mayor información. (estudio)

 

  1. Descanso en vigilia (es mi traducción del inglés wakeful rest). Se trata de una técnica en que el tiempo que sigue a un aprendizaje es crucial para que éste se afiance en la memoria.  Es posible que tomar una pausa sea lo mejor para retener información.

 

Un estudio realizado en el Reino Unido en 2012 experimentó con personas mayores entre 61 a 87 años.  A estas personas se les hizo escuchar dos cuentos cortos y se les hizo un examen inmediatamente después donde se mencionarían detalles de los cuentos.  Luego, se dividieron las personas en dos grupos, durante 10 minutos a la mitad del grupo se les indicó jugar un juego en el computador que requería una cierta atención, mientras que al otro grupo se le indicó sentarse en una habitación oscura, solos y con los ojos cerrados.  A ninguno de los dos grupos se les dio instrucciones de que trataran de recordar cosas referentes a los cuentos.

Se les repitió el examen media hora después y luego, una semana después.  En ambos exámenes la gente que se sentó sin hacer nada por 10 minutos “recordaron mucho más”, concluyeron los investigadores en un reporte del Periódico Ciencia psicológica.  (reporte)

Los investigadores sugieren que los recuerdos son frágiles y vulnerables a distracciones e interrupciones; y se requiere descanso o quietud para que se consoliden en la memoria.

Hallazgos tanto en roedores como en humanos indican que el cerebro consolida nuevos recuerdos cuando se “evocan en la memoria” en los minutos subsiguientes al aprendizaje.  El reporte añade que el descanso en vigilia puede ser muy benéfico para la memoria porque dispone la “evocación” de los nuevos recuerdos en el cerebro.

La evocación no es consciente, es un proceso biológico automático dice uno de los investigadores.  Después de los exámenes de memoria realizado a los participantes, el equipo de investigadores le preguntaba a la gente lo que habían estado pensando durante el tiempo de descanso en vigilia.  La respuesta es que no estaban pensando en nada en especial, como ocurre cuando uno no está ocupado en una labor específica.  Rara vez la gente piensa en el material de estudio durante estos periodos, concluye el investigador.

 

  1. Conectar y enlazar. Esta técnica de memorización implica la creación de asociaciones entre los elementos de una lista y la asignación de imágenes a cada conexión para ayudar a una mejor memorización.

 

  1. Crear una historia. Mientras se crean imágenes para cada elemento, se utiliza el método de enlace para combinarlo todo en una gran historia.  Esta técnica ayuda a memorizar la secuencia de las imágenes y, por lo tanto, el orden de los elementos.

 

  1. Asociar objetos a lugares conocidos. Consiste en la asociación de términos o elementos de la lista con lugares conocidos.  Además, puede convertirse en una aventura sensorial que incorpora sonidos, olores, sabores o lo que sea necesario para obtener mejores resultados.

 

  1. Asociar palabras a un número y recordar así objetos ordenados. Este sistema es útil para recordar listas de palabras en un orden particular y se puede llevar a cabo mediante dos pasos:  el primer paso requiere memorizar palabras que son fáciles de asociar con los números utilizando palabras que rimen con el número o formas que se asemejen a la serie.  Una vez que se memoriza la lista, el segundo paso consiste en asociar las palabras a la lista de objetos que realmente necesitamos memorizar.

 

  1. Mapas mentales. Este método sirve para la memorización de conceptos o cualquier información estructurada.  Los mapas mentales funcionan cuando se debe mantener una estructura y a la vez permite hacer que el flujo de la información sea más claro. Existen muchas plantillas, algunas gratis, en internet que le pueden ayudar con proyectos, presentaciones e ideas para desarrollar. 

 

Pero como dice Joshua Foer, “estas técnicas pueden pensarse como atajos para memorizar, pero ni siquiera son atajos de verdad.  Funcionan porque hacen que nosotros funcionemos, logran en nosotros un tipo de procesamiento profundo, una atención particular que la mayoría no se molesta en ejercitar, pero la verdad es que no hay atajos. 

 

Las cosas se hacen memorables porque la vida es la suma de nuestros recuerdos

¿Cuánto estamos dispuestos a perder de lo que ya es nuestra corta existencia, distraídos en teléfonos inteligentes y iPhones, no prestando atención al ser humano frente a nosotros, a quien camina junto a nosotros?

¿Seremos tan perezosos que ni siquiera nos molestamos en procesar en profundidad?  Existen capacidades de memoria prodigiosas latentes en todos nosotros.  Pero si se quiere vivir una vida memorable, se debe ser el tipo de persona que recuerda recordar”.

 

 


1 comentario

  • Excelente publicación.

    Ana María Donado

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