La jornada laboral de 8 horas está mandada a recoger

 

 

Imagen de Free-photos/Pixabay

Según del doctor Travis Bradberry, co-autor del libro EMOTIONAL INTELLIGENCE 2.0  (Inteligencia emocional 2.0) y Presidente de TalentSmart, la jornada laboral de 8 horas es una forma obsoleta e inefectiva de concentrar el tiempo de trabajo y es importante que usted encuentre una nueva forma de abordarlo.

El día laboral de 8 horas se estableció durante el tiempo de la revolución industrial con el fin de reducir el número de horas que los obreros estaban obligados a realizar en las fábricas.  Dicha innovación, para esos tiempos, resultó más justa teniendo en cuenta el trabajo al que estaban sometidas estas personas, pero eso fue hace doscientos años y hoy ha perdido su relevancia. 

Al igual que nuestros ancestros, se espera que cumplamos con jornadas de 8 horas comprendidas de dos largos bloques de trabajo, mañana y tarde, con 2 pequeños descansos y una hora de almuerzo.  Pero hay personas que incluso trabajan durante la hora de almuerzo.  La conclusión es que este enfoque no ha ayudado mucho y, de hecho, se ha comprobado que nos atrasa en el trabajo. 

La empresa Desktime (1) ha creado un programa que rastrea los hábitos laborales de los empleados y realizó un estudio y esto fue lo que resultó: 

Una persona no puede ser 100% productiva Todo el día.  Por más de que usted quiera sacarle todo el provecho a cada minuto, es humanamente imposible.

Explicación:  la concentración mental es como un músculo, necesita descansar para funcionar y no debería sobrentrenarse, ya que ésta se quema y necesita mucho más tiempo para recuperarse.

En las empresas modernas empieza a haber controversia en cuanto a la productividad del lugar de trabajo.  Muchos patrones asocian la presencia física del empleado con productividad; pero la nueva escuela de pensamiento se enfoca en Trabajo realizado y no horas presenciales como lo promueve Jason Fried de la empresa Basecamp.

Sin tener en cuenta lo que los patrones consideren como “productivo”, Desktime ha podido señalar el flujo que suscita el trabajo más productivo: eficacia innovadora, lo llaman ellos.

 

Conclusiones:

Las personas más productivas trabajan 52 y descansan 17 minutos. 

De hecho, los empleados con mayor índice de productividad, en su mayoría, ni siquiera trabajan jornadas de 8 horas. 

Explicación:  el secreto para mantener el nivel más alto de productividad no es de trabajar más horas, sino, tomar descansos frecuentes. ¿por qué?

  • Saber que se acerca un descanso, le hace concentrarse, mantenerse enfocado y trabajar con un propósito.
  • Trabajar por más tiempo provoca aburrimiento cognitivo. El cuerpo humano no está hecho para sentarse durante 8 horas al día.  Así de simple.
  • Según Desktime, es importante hacer algo, alguna actividad durante los intervalos escogidos pues esto, definitivamente, mejora su salud y concentración.

 

Argumentos científicos que sustentan los descansos frecuentes:

Mente:  trabajar durante largos períodos de tiempo es desfavorable para el nivel de compromiso que tiene con algún trabajo o empresa en general.  Repetir trabajos conlleva al aburrimiento cognitivo que, a la vez, frena la posibilidad de progresar a buen ritmo en el trabajo que realiza.

Rango de atención:  el cerebro humano no es capaz, fisiológicamente, de concentrarse de corrido durante 8 horas.  La mejor manera de refrescar y recargar su rango de atención es tomando un corto descanso, dejar que la mente se distraiga donde sea y luego volver a la labor con total dedicación.

El cuerpo:  el cuerpo humano no ha sido diseñado para estar sentado todo el día.  Algunos sugieren conseguir los “escritorios de pie” que han estado de moda desde hace un par de años, pero ya se ha corroborado que lo que el cuerpo necesita es acción.  Así que ¡cálcese las zapatillas y vamos a dar una vuelta a la manzana! Y ojalá trabajemos en un piso alto para subir y bajar por las escaleras.

Los descansos frecuentes deben ser parte del botiquín de supervivencia de cada empleado(a) de oficina.  Estos descansos le ayudan a mejorar su visión, reducir dolores de espalda, artritis, niveles de estrés e incluso, afección cardiaca.

 

¿Qué hacer en el descanso?

Ejercicio:  existen una cantidad de pequeños entrenamientos que se pueden realizar en los confines de la oficina.  Seguro que la mayor parte de las oficinas aún no cuentan con esos espacios de descanso para sus trabajadores, pero existen aplicaciones que le proponen ejercicios bastante ingeniosos.  Vale la pena probar. (1)

Caminata:  mejor que quedarse dentro del recinto de trabajo, es salir a dar una corta vuelta.  No solo le aclara los pensamientos, sino que se oxigena, toma un poco de sol y se renueva.  La vitamina D que se obtiene a través de los rayos solares le pone de buen ánimo que además estimulará su habilidad para concentrarse.

img. Pixabay

Vaya a comprar algo saludable para comer:  las mejores alternativas alimenticias para promover su capacidad mental son las nueces, aguacates y los arándanos azules, sin olvidar el chocolate negro.

foto de Steve-Cliff

Hable con sus colegas:  las investigaciones han demostrado que los empleados que socializan se encuentran más a gusto en su trabajo y hacen la misma cantidad de trabajo que los que no socializan. 

foto William Iven

Revise sus redes sociales: este es su momento de descanso y puede hacerlo.  Pero también, tómese un momento para no enfocar la mirada en el monitor de un computador o de su celular y descanse su enfoque de visión cercana mirando al horizonte.

Vea videos chistosos de perros y gatos:  está comprobado que mirar imágenes tiernas de perros y gatos le permiten ser más productivo(a).

Coxinha photos/Pixabay

Ejercite sus ojos.  Los ojos llevan la carga de nuestras vidas cargadas de tecnología.  La mayoría de nosotros pasa 6-9 horas al día con un aparato digital, de las cuales, 28% del tiempo con los ojos fijos sobre una pantalla u otra.  Los ojos empiezan a sentir la tensión pasadas DOS HORAS de enfocar la mirada y por esto, tomarse un descanso visual es bastante recomendable.

Afortunadamente, existe un ejercicio muy simple que le ayuda a reducir la fatiga ocular:  se llama el 20-6-20.  Cada 20 minutos aparte los ojos del computador y enfoque la mirada en algún objeto a unos 6 metros de distancia por unos 20 segundos. 

Además de cuidar sus ojos durante los descansos de trabajo, hay otras medidas que le ayudan a proteger sus ojos durante la jornada diaria:

  • Mantenga las luces bajas cosa de que la luz del computador sea lo más iluminado en la habitación.
  • Reduzca el brillo: cuando un lugar de la pantalla del computador es más brillante que los otros, a los ojos se les dificulta ajustarse a los diferentes brillos y esto causa más tensión ocular. Existen pantallas anti brillo que ayudan bastante a disminuir este efecto sobre sus ojos; limpie la pantalla de manera regular y asegúrese de no trabajar demasiado cerca una ventana.
  • Haga de su espacio de trabajo, un lugar cómodo para sus ojos. La mayoría de nosotros no tiene en cuenta éste importante órgano de trabajo.  Ya sea que miramos demasiado bajo a la pantalla o estiramos demasiado el cuello para encontrarnos con ella.  La ergonomía apropiada es crucial para reducir la fatiga en todo el cuerpo, pero especialmente, los ojos.

 

Es el momento de estructurar su día

La jornada de 8 horas puede funcionarle si usted divide el día en segmentos con intervalos estratégicos.  Una vez que usted logra alinear su energía natural con su nivel de esfuerzo, las cosas empiezan a fluir.  He aquí algunos consejos que le permitirán entrar en el ritmo:

Divida su día en bloques de una hora.  Normalmente planeamos lo que necesitamos lograr antes de que acabe el día, la semana, el mes, pero somos mucho más efectivos cuando nos enfocamos en lo que podemos lograr “ahora mismo”.  Más allá de lograr un ritmo, planear su día por intervalos de horas, simplifica tareas abrumadoras y las divide en fracciones manejables.  Si quiere ser radical, puede adherirse a los 52 minutos, pero 60 minutos de concentración, también funciona bien.

Respete su hora.  La estrategia de los intervalos solo funciona porque utilizamos nuestros picos de energía para lograr un nivel extremadamente alto de concentración durante un tiempo relativamente corto.  SI usted no respeta su hora por estar mirando correos, escribiendo mensajes o revisando Facebook, está frustrando el sentido completo de este enfoque. Respete su hora de trabajo y sus 17 minutos de descanso.

Tómese un descanso real.  En el estudio realizado por Desktime, se estableció que los empleados que se tomaron descansos más frecuentes fueron más productivos que los que no se tomaron ningún descanso.  Asimismo, aquellos que se tomaron deliberadamente descansos relajantes, fueron más productivos, que aquellos que al “descansar”, se les dificultaba separarse del escritorio o del computador.  El hecho de alejarse del computador, del teléfono y de su lista de quehaceres es esencial para potenciar su productividad. Los descansos como caminar, leer y conversar son los más efectivos para recargarse.

No espere hasta que su cuerpo le diga que descanse.  Si usted espera hasta sentir agotamiento para descansar, es demasiado tarde.  Esto quiere decir que ya sobrepasó el momento ideal de productividad.  Ceñirse a su horario le asegura que usted está trabajando en el momento en que su mente es más productiva y que descansa en los momentos en que es menos productiva.  Recuerde:  es mucho más productivo descansar por cortos períodos que seguir trabajando, aunque esté agotado(a) o distraído(a).

Haga la prueba de utilizar esta estrategia, compare la efectividad de trabajo al realizar estos descansos con la estrategia que ha practicado hasta ahora y cuénteme cómo le va.  Cada persona es diferente y puede que a usted le sirva una estrategia diferente.  Me interesan sus comentarios.

 

 

 


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