CAMBIO CLIMÁTICO: ALIMENTOS AMIGABLES CON EL PLANETA

Cómo podemos contribuir a frenar el cambio climático desde nuestros hogares

 

“Se están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto. Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como el aumento continuo del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios.”

Así comenzó la rueda de prensa por parte del panel intergubernamental sobre cambio climático en Ginebra, Suiza, el 9 de agosto de 2021.  Suena descorazonador, sobre todo porque nuestros hijos, nietos y las próximas generaciones, posiblemente, no podrán vivir como nosotros lo habíamos hecho hasta ahora.

Si queremos, en verdad, que la situación no pase a ser aún más grave, es hora de arremangarnos la camisa y poner manos a la obra.

 

Pautas que resalta el informe del panel intergubernamental sobre cambio climático (IPCC por su sigla inglés) y que debemos tener muy en cuenta

 

El cambio es generalizado y se está intensificando

Lo que nos podría ayudar significativamente a detenerlo sería reducir de forma radical y sostenida las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero como gas, hidrocarburos y metano (producido por la ganadería y agricultura industrial).  Según el informe, aunque las mejoras en la calidad del aire serían rápidas, podrían pasar entre 20 y 30 años para que las temperaturas mundiales se normalizaran.

 

Imposible detener el calentamiento global en 1.5ºC

El informe proporciona nuevas estimaciones sobre la posibilidad de sobrepasar el nivel de calentamiento global en 1.5ºC en las próximas décadas y concluye que, a menos que las emisiones de gas de efecto invernadero se reduzcan de forma inmediata y tajante a gran escala, limitar el calentamiento a 1.5-2ºC será inalcanzable.

 

Lo que experimentan las personas es bien diferente al “cambio climático global”

Según el co-presidente del grupo de trabajo 1 del IPCC, Panmao Zhai, “el cambio climático ya afecta de múltiples maneras todas las regiones de la Tierra. Todo aumento del calentamiento exacerbará los cambios que estamos experimentando”.

No es cuestión de temperatura únicamente. Como consecuencia del cambio, diferentes regiones experimentan diferentes cambios que se intensifican, en particular, cambios en la humedad y sequedad, vientos, nieve, hielo, zonas costeras y océanos:

 

  • Se está intensificando el ciclo hidrológico. Es decir, mayor intensidad en precipitaciones (lluvias) e inundaciones que a ello se asocian, y como contraste, sequías más intensas en las zonas propensas a ello.
  • Afectación en los patrones de precipitación. Se proyecta que las precipitaciones se intensifiquen en latitudes altas, mientras disminuyen en zonas subtropicales. Cambios en precipitaciones monzónicas (variando según la región).
  • Zonas costeras que experimentan un continuo aumento en el nivel del mar, verán incremento en la erosión costera, inundaciones más frecuentes y graves en las zonas bajas.
  • Deshielo del permafrost (capa de suelo, roca o sedimento que ha estado congelada por más de dos años y que puede almacenar CO2), pérdida de capa de nieve estacional, derretimiento de glaciares y mantos de hielo; y pérdida del hielo marino del Ártico en el verano.
  • Calentamiento y acidificación del océano. Aumento en las olas de calor marinas, reducción de los niveles de oxígeno (consecuencia directa de la influencia humana).
  • Zonas urbanas donde, en particular, el calor podrá sentirse con más intensidad debido a que las ciudades tienden a ser más cálidas que las zonas rurales. Mayores inundaciones en ciudades costeras debido a lluvias intensas y aumento del nivel del mar.

 

La influencia humana en el cambio climático

El IPCC hizo un estudio sobre el impacto humano en el clima en el pasado, presente y futuro y concluye que la influencia humana es indiscutible, poniendo de manifiesto que las acciones humanas aún pueden determinar el curso futuro del clima.  Hay claras pruebas de que el dióxido de carbono es el principal causante del cambio climático, aunque los otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos también tienen un efecto deletéreo.

El señor Zhai afirma que “si queremos estabilizar el clima será necesario reducir de forma sustancial, rápida y sostenida las emisiones de gas de efecto invernadero para finalmente lograr cero emisiones netas de CO2.  Así mismo, limitar otros gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, lo que podría ser beneficioso tanto para la salud como para el clima.”

 

Lo que debemos saber tanto escépticos como creyentes en el cambio climático

El cambio climático se ha convertido en un tema político donde los escépticos tachan a los científicos de corruptos, de aprovechados y hasta de incompetentes, mientras que la tendencia principal señala a los escépticos de ignorantes y también corruptos. 

Si usted es una persona escéptica, siéntase libre de descartar los estudios, las estadísticas, las proyecciones y las alteraciones climatológicas que estamos viendo día a día en diferentes lugares del mundo.  Pero, pregúntese si desea vivir en un planeta saludable donde pueda haber alimento para toda la humanidad.  Si es así, las advertencias y recomendaciones que aquí le propongo pueden ayudar a encaminarnos en esa dirección.

En su libro, Climate: A New Story (Clima: una nueva historia), Charles Eisenstein nos recuerda que la tierra está viva, no es solo la fábrica de alimentos, sino que es compleja, latente y frágil. 

Nosotros, los humanos, somos arrogantes y creemos que la tierra es una “cosa”.  Es como el caso de una mamá que da a luz un hijo y este hijo, a medida que crece y tiene uso de razón, la deja de lado, le tira basura y echa todas esas cosas que ya no necesita en la casa materna porque cree que se provee solo y lo que él se inventa, el juguete nuevo es lo que vale. 

Recordemos que nacimos en la Tierra, somos terrícolas y ELLA nos contiene.  El hecho de que ELLA no hable inglés u otro idioma, no quiere decir que no se expresa o que no es un ser inteligente.  Por esto mismo, a diferencia del señor Eisenstein, pienso que nuestro planeta no es tan frágil, pero en el momento en que sienta que su equilibrio está siendo vulnerado, nos puede eliminar o simplemente no darnos más de comer y mucho menos los medios para vivir en climas adaptados al ser humano.  Los frágiles somos nosotros.

 

Prioridades para revertir el desastre climático

Charles Eisenstein propone en su libro cambiar un poco la forma de relacionarnos con la Tierra y entenderla como un ser vivo, con un cuerpo cuyos órganos hemos deteriorado e indica unas prioridades para dejar este ciclo destructivo en que se encuentra la humanidad actualmente.

 

  • Prioridad 1: considerar y cuidar como sagrado cada lugar natural.

 

  • Prioridad 2: sanar, reparar, regenerar las partes de la naturaleza que han sido dañadas, en especial, bosques y suelos. Según Eisenstein y muchos expertos, el suelo es el órgano más importante para la salud de la Tierra. Por supuesto se relaciona a los árboles, praderas, suelos marinos y todos los otros ecosistemas involucrados en el equilibrio del planeta. La agricultura regenerativa, por ejemplo, sería la forma más rápida de eliminar CO2 de la atmósfera.

 

  • Prioridad 3: dejar de envenenar los tejidos de este ser vivo con herbicidas, pesticidas, insecticidas, desechos tóxicos, farmacéuticos, productos de aseo e higiene repletos de químicos que reducen la capacidad del planeta de renovarse.

 

  • Prioridad 4: reducir la emisión de combustibles fósiles. Todavía gobiernos y multinacionales son indiferentes a los daños irreparables de las prácticas como fracking, perforaciones y minerías descontroladas. Sin embargo, la consecuencia de las tres prioridades anteriores tiene repercusiones en la cuarta si actuamos de manera mancomunada.

Eisenstein enfatiza en la participación conjunta y consciente de la sanación del planeta.  Primero preocupémonos por sanarlo y entonces en traer más vida al planeta. Así, propone estrategias como:  entender que nuestra verdadera misión al venir a este mundo es la de mantener el equilibrio natural de la Tierra, protegiendo lo que vive en ella y en este punto, sanando lo que se ha dañado.

 

 

Lo que necesitamos saber sobre cambio climático y nuestros alimentos

Prácticas como el carpooling (en un carro se suben varios vecinos que van en la misma dirección en lugar de utilizar cada uno su carro); o el día de no-carro despiertan la consciencia de la ciudadanía. Pero ¿sabía usted que la agricultura, especialmente la cría de ganado para alimento- contribuye más al calentamiento global que el transporte?

La agricultura industrial y especialmente la agricultura destinada a alimentar animales de cría para comida es uno de los mayores utilizadores de transportes.  Además, la agricultura animal es la principal causa de la extinción de las especies y zonas muertas del océano. (artículo)

Por esta razón el IPCC aconseja reducir el consumo de carne. La siguiente tabla, publicada por la revista Nature (2019), refleja un estimado en el impacto de emisiones a gas de invernadero según las diferentes dietas que puede adoptar la población mundial.

 

Traducción:

 

Los mayores detonantes del cambio climático

La ganadería industrial.  Solo las vacas son responsables del mayor efecto invernadero a través de la producción de metano (por sus eructos y sus flatulencias) y sus heces.  El metano es hasta 28 veces tan destructivo como el CO2 a la hora de recalentar la atmósfera.

 

La agricultura animal es la principal causa de deforestación. Se están destruyendo grandes e importantes zonas como el Amazonas para dar paso a cultivos de soya, maíz para alimentar ganado destruyendo el hábitat de especies ya en peligro de extinción, pero también liberando CO2 a la atmósfera que normalmente habrían sido absorbidos por los árboles de la zona.

 

Cultivar alimentos para la cría de ganado libera óxido nitroso.  Los mayores cultivos son soya, maíz y alfalfa.  El maíz es particularmente dependiente del fertilizante químico emisor de carbono.

En resumen, los peores ofensores se consideran la cría y consumo de cordero, la carne de vacuno, queso, cerdo, salmón de piscifactoría, pavo, pollo, atún enlatado y huevos no orgánicos o que no proceden de gallinas que viven y se alimentan al aire libre.

La producción de carne de vacuno emite unas 10 veces más gases de efecto invernadero por libra de carne que pollos o cerdos, que a su vez emiten unas 10 veces más que las legumbres. El producto animal que menos gases de efecto invernadero emite, el pollo, produce siete veces más que las lentejas.

Las plantas también requieren de los recursos naturales para crecer, pero son mucho menos intensivas en recursos que los productos animales. Alimentos como los guisantes, las lentejas y los fríjoles necesitan poca agua y pueden crecer en climas más duros. Las legumbres también tienen la capacidad, así como ciertos hongos del suelo, de extraer nitrógeno inerte del suelo y utilizarlo, lo que reduce la necesidad de fertilizantes que liberan óxido nitroso en la atmósfera.

 

 

Alimentos para incorporar en su rutina alimenticia y que ayudan a preservar el medio ambiente

Tomates

Un tomate maduro de verano cultivado localmente tiene una baja huella de carbono (ocupando el segundo lugar en la lista del Grupo de Trabajo del ICPP). Los tomates no sólo tienen una baja huella de carbono, sino que desarrollan sistemas de raíces profundas que absorben la humedad de la tierra más profunda, limitando la necesidad de agua en los calurosos meses de verano.

 

Lentejas

Según el Grupo de Trabajo del ICPP, las lentejas son la principal proteína vegetal "respetuosa con el clima". Si se combinan las emisiones de carbono que conlleva la producción de lentejas y las emisiones posteriores a la producción (por el procesamiento, el transporte y la venta al por menor), sólo se obtienen 0,9 kg de CO2. El pollo, la proteína animal que menos emite, produce casi siete veces más.

 

Brócoli

La producción de brócoli libera menos carbono que conducir un kilómetro y medio en su automóvil y esta verdura rica en nutrientes puede cultivarse sin pesticidas sintéticos. El brócoli, de la familia de las coles, produce compuestos que actúan como pesticidas naturales. Los germinados de brócoli, por su parte, proporcionan un poderoso antioxidante: sulforafano (aquí puede encontrar toda información necesaria para que lo incluya en su rutina alimenticia).

 

Nueces

Otra fuente de proteínas de bajo contenido en carbono son las nueces, principalmente, almendras, nueces de pecana, nueces del nogal, nueces del Brasil y nueces de macadamia. Cada 120 gramos de nueces consumidas equivalen a las emisiones de carbono de conducir un carro por cerca de 1 kilómetro. Teniendo en cuenta que el tamaño promedio de la ración es de 30 gramos, se trata de un tentempié eficiente. Hay que tener en cuenta que la mantequilla de maní no entra en esta categoría, primero porque el maní no es una nuez sino una legumbre y porque el procesamiento aumenta la huella de carbono, en general, de las mantequillas provenientes de las nueces.

 

Arvejas

Los guisantes fijan naturalmente el nitrógeno en el suelo, lo que los convierte en una alternativa ecológica a las plantas de soya. Esta capacidad de fijar el nitrógeno en el suelo elimina la necesidad de fertilizantes sintéticos y deja el suelo rico en nutrientes después de la cosecha. Las plantas de guisante prosperan en condiciones frescas, reduciendo eficazmente el desperdicio de agua asociado a las temperaturas cálidas.

 

Naranjas

Las naranjas requieren 55 galones de agua por libra y es, posiblemente, la fruta con utilización de agua más eficiente.  A diferencia de comprar un jugo de naranja, es mejor exprimir el suyo propio para obtener su porción de vitamina C y evitar azúcares añadidos.

 

Espirulina y chlorella

Las algas se cultivan en tanques de agua dulce que requieren 20 veces menos agua para crecer que los cultivos tradicionales, 50 veces menos agua que los cultivos terrestres como el maíz, y 80 veces menos agua que las granjas de ganado. La espirulina, una de las algas más conocidas, utiliza sólo seis galones de agua para una porción de 10 gramos, mientras que la carne de vacuno utiliza unos impactantes 1.303 galones para una porción de 10 gramos.

 

Los alimentos vegetales que se produzcan localmente y de procedencia orgánica

La agricultura ecológica intenta reducir el uso de fertilizantes químicos cultivando suelo sano, que por lo general almacena mucho más carbono que el suelo moribundo que se mantiene con vida a través de aplicaciones masivas y frecuentes de fertilizantes industriales, pesticidas, herbicidas y fungicidas.

 

Deles una oportunidad a las carnes a base de plantas

La carne de origen vegetal es una carne hecha de plantas. Se crea y fabrica para que tenga la apariencia, el tacto y el sabor de la carne convencional procedente de productos animales.

Las carnes de origen vegetal suelen ser saludables cuando se consumen con moderación y como parte de una dieta equilibrada y es una opción más saludable en comparación con la carne.

Sin embargo, las carnes de origen vegetal no son perfectas, suelen tener mayores cantidades de sodio, normalmente en un intento de hacerlas más apetecibles y estables. Un exceso de sodio puede tener efectos adversos para la salud, como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares en el contexto de una alimentación alta en carbohidratos, así que se debe tener esto en cuenta.

 

Café y té orgánicos

Siendo el café el producto más exportado a lo largo y ancho del mundo, y el té la bebida más común después del agua, lo mejor es conseguir estos productos procedentes de prácticas eco-responsables en que se no se utilicen los productos químicos como fertilizantes, herbicidas, pesticidas y fungicidas para la producción industrial.

Resulta que las elecciones alimenticias que contribuyen a un planeta más saludable pueden contribuir también a hacernos más saludables y a vivir mejor en comunidad.

¡Démonos la oportunidad!

 

 


1 comentario

  • De acuerdo! Debemos darnos la oportunidad de probar nuevos alimentos… es cuestión de empezar y generar otros hábitos más saludables para el cuerpo y el planeta!!

    Gracias siempre interesantes tus artículos 👌👍🏼

    Rocío Ariza Másmela

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