Inflamación crónica: aprenda a detectarla

 

 

La inflamación crónica puede determinar la diferencia entre un cuerpo sano, ágil y vigoroso, o un cuerpo que se deteriora más cada día que va acumulando dolencias y cuyo desempeño se vuelve insuficiente.

Hasta hace relativamente poco tiempo se empezó a dar importancia a la inflamación porque se encontró que está a la base de algunas enfermedades inexplicables como la fibromialgia.

La inflamación aguda es una respuesta natural del organismo y es positiva porque está activando todos los mecanismos del cuerpo para la cicatrización, sanación y recuperación de un maltrato que hayamos padecido en el cuerpo.

Si se corta un dedo, por ejemplo, verá que la herida se llena como con un agua que es plasma, es decir, los primeros auxilios del cuerpo que vienen con sus proteínas y reconstituyentes para reparar la zona afectada. Poco a poco verá que la inflamación se va reduciendo a una parte concentrada y luego llegan otras proteínas, las citocinas, a revisar que no haya quedado infección y que todo esté en orden para completar el restablecimiento.

Imagine ahora que tiene miles de esas cortadas esparcidas al interior de su cuerpo y de forma permanente. Nada más el dolor y el agotamiento de una molestia constante, muchas veces invisible porque no está a flor de piel, nos hace la vida imposible.  De esto se trata la inflamación crónica.

 

Causas

  • Alimentación

Img.: Buffetcrush en Pixabay

En el organismo puede haber una ocurrencia de lo que se llaman subproductos de la glicación avanzada (Advanced glycation end products AGEs). Estos subproductos se forman en situaciones de hiperglucemia mantenida (niveles de azúcar permanentemente elevados) y/o alto estrés oxidativo, y que eventualmente se eliminan, en parte, por los riñones. Además, los niveles de AGE aumentan con la edad, la diabetes, la insuficiencia renal, la Insuficiencia cardiaca (IC) o el tabaco, entre otros muchos procesos. Dichos productos pueden acumularse en la piel, vasos sanguíneos, sistema nervioso, corazón y riñón.

Cómo se evita la ocurrencia de estos subproductos de glicación avanzada:

  1. Dejando de consumir azúcares con proteínas o azúcares con grasas.
  2. Evitando consumir productos congelados (desnaturalizados)
  3. Cocinando a baja temperatura. Al estar calentando y recalentando comidas procesadas y a elevadas temperaturas, se  incrementa la cantidad de estos subproductos.
  4. Dejando de fumar.

 

  • La talla de las células adiposas

Para esto hay que perder exceso de grasa acumulada en el cuerpo pues el exceso de grasa es uno de los principales generadores de inflamación. Contamos tanto con hormonas pro-inflamatorias como antiinflamatorias que se secretan en una célula adiposa y normalmente viven en proporciones armónicas.

Los seres humanos tenemos un número finito de células adiposas y cuando hay una anomalía, se agrandan y secretan demasiadas hormonas pro inflamatorias como la Wnt5A (hormona que se produce cuando se agrandan las células adiposas) y que a su vez activa el desencadenamiento de una cantidad de componentes inflamatorios en dicha célula adiposa que será absorbida por el torrente sanguíneo para viajar por el cuerpo. 

Este proceso también provoca resistencia a la insulina ya que las células adiposas y en general, todas las células se van volviendo insulino resistentes. Es decir, habrá niveles elevados de azúcar divagando por el torrente sanguíneo causando daño orgánico, celular y no es de extrañar que quién lo padece tenga la sensación de cansancio generalizado y permanente.

 

  • Mala salud intestinal

Cuando hay un desequilibrio en el intestino, las bacterias buenas empiezan a escasear y las malas a proliferar. Cuando las bacterias “malas” mueren liberan unas moléculas llamadas endotoxinas (lipopolisacáridos) y cuya acción es pro-inflamatoria.

Mantenga la salud de su intestino consumiendo probióticos, alimentos fermentados y evitando el exceso de azúcar y de endulzantes artificiales.

 

  • Estrés crónico

El cortisol es una hormona que se libera en situaciones de estrés y afecta al sistema inmunitario al impedir la producción de mediadores inflamatorios. Durante el estrés crónico, el cortisol se produce en exceso, haciendo que se produzcan menos receptores en las células inmunitarias e induciendo una inflamación crónica. Lo más grave de la producción en exceso de cortisol es que se produce insulina, así que la persona empieza a comer para calmar la ansiedad.

 

  • Sueño inadecuado

Los mediadores de la inflamación como histaminas, citocinas, ciertas enzimas y más, se ven alterados por la pérdida de sueño. Un estudio demuestra que se producen elevaciones de estos mediadores en individuos sanos, rigurosamente examinados, que se someten a vigilias experimentales de más de 24 horas, y también se han observado en respuesta a diversas duraciones de sueño restringidas a entre el 25% y el 50% de una cantidad normal de sueño de 8 horas.

Según este estudio, se sabe que estos cambios subclínicos en las citocinas inflamatorias basales están asociados al futuro desarrollo de la enfermedad del síndrome metabólico en individuos sanos y asintomáticos.

Aunque se desconoce el mecanismo de esta alteración del estado inflamatorio en seres humanos sometidos a una pérdida experimental de sueño, es probable que desempeñen un papel clave  la hiperactivación autonómica (aumento desproporcionado de las funciones inherentes al sistema nervioso autónomo como aumento en  sudoración, taquicardia sin ninguna cardiopatía subyacente, intranquilidad, nerviosismo y otras), así como los cambios metabólicos (que no sólo modifican nuestro fenotipo, sino también pérdida de actividad física con desensibilización de los tejidos a la propia insulina, y disminución en el uso y la oxidación de glucosa (estudio)) .

 

Cómo determinar si usted sufre de inflamación

¿Sospecha usted que tiene algún tipo de inflamación? o incluso, ¿quisiera consultar con su médico(a) pero no sabe cómo explicar lo que siente o recela? Si le dice a su doctor(a) que tiene dolor en el cuerpo y otros síntomas es posible que le receten analgésicos, así que no es tan fácil.

La inflamación es crucial para nuestra recuperación y para combatir patógenos que ingresen a nuestro organismo. Pero la historia es muy diferente cuando se trata de inflamación crónica. Conozcamos los actores involucrados:

  • Glóbulos blancos: son las células que salen a combatir en caso de infección, por ejemplo.
  • Quimiocinas o citocinas quimiotácticas: es la manera en que los glóbulos blancos se comunican entre ellos.
  • Citocinas: son las municiones con las que los glóbulos blancos salen a combatir los patógenos.

En un organismo saludable, esta es la forma en que se desempeña nuestro sistema inmunitario. Igual ocurre cuando sometemos al cuerpo a un período de estrés corto y programado como es una sesión de ejercicio fuerte o un ayuno, puesto que hay una respuesta de adaptación (hormesis) que activará temporalmente estos actores.

En el caso de la inflamación crónica, imagine que un grupo de glóbulos blancos se revela y no quieren estar con el grupo, sino que, de hecho, los atacan (respuesta autoinmune). O que las citocinas explotan aunque no hayan patógenos (tormenta de citocinas), así que hay inflamación descontrolada y otra serie de síntomas como fatiga crónica, dolores articulares, malestar estomacal, dolores de cabeza, falta de claridad mental, sarpullidos en la piel, se enferma a cada rato y muchos otros más.

Se podría decir que la inflamación crónica está a la base de cualquier enfermedad, pero usted puede solicitar a su proveedor de salud revisar los siguientes indicadores a través de exámenes de laboratorio:

  • Proteína C-reactiva (PCR): esta es una proteína que se fabrica en el hígado como respuesta a algún tipo de estrés o patógeno presente en el organismo. Sus niveles de PCR solo incrementan si hay algo que está causando un trastorno en el cuerpo.
  • La velocidad de sedimentación globular (VSG) es un tipo de análisis que mide la rapidez con que los eritrocitos (glóbulos rojos) se depositan en el fondo del tubo que contiene su muestra de sangre.

Normalmente, los glóbulos rojos se asientan con relativa lentitud. Un ritmo más rápido de lo normal puede indicar una inflamación en el organismo. La inflamación forma parte del sistema de respuesta inmunitaria y puede ser una reacción a una infección o lesión. Sin embargo, la inflamación también puede ser un signo de una enfermedad crónica, un trastorno inmunitario u otra afección médica.

  • La fórmula leucocitaria es un análisis de sangre que mide el porcentaje de cada tipo de glóbulo blanco para diagnosticar una enfermedad, pero puede ser engañoso porque mientras sus glóbulos blancos están bajos, puede que sus citocinas estén tremendamente elevadas y eso no va a aparecer en el análisis.
  • Insulina en ayunas. La inflamación es uno de los mecanismos fisiopatológicos por los cuales se puede condicionar la resistencia a la insulina. En condiciones proinflamatorias se inhibe la señal de insulina que hace disminuir la acción del transportador de glucosa 4 (GLUT-4) a la membrana celular disminuyendo la captación de glucosa sanguínea. En respuesta ocurre una hipersecreción de insulina lo que explica la típica hiperinsulinemia en individuos con resistencia a la insulina. Por esta razón, una célula expuesta a un entorno inflamatorio es una célula resistente a la insulina.
  • Ferritina sérica porque es una de las proteínas que comienza a elevarse en respuesta a la inflamación aguda, infección o trauma.
  • Factor de necrosis tumoral alfa (FNT-α) es una citosina, un regulador clave de la inflamación. Una regulación anormal de la función (FNT-α) juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades inflamatorias crónicas como lo es la artritis reumatoide e infecciones.
  • Un inmuno-ensayo que puede solicitar a su proveedor de salud, en caso de tener problemas estomacales, es la calprotectina fecal que indica inflamación en el intestino delgado y el colon.
  • Factor nuclear Kappa β (FN-kβ) es grupo de proteínas que ayudan a controlar muchas funciones en la célula, como el crecimiento y la supervivencia (es el plan de ataque del sistema inmunitario, les dicen a dónde ir). Estas proteínas también controlan las respuestas inmunitarias e inflamatorias al estar hiperactivas o encontrarse en cantidades mayores que lo normal lo que puede conllevar al crecimiento de células cancerosas. Las concentraciones altas o la activación excesiva del FN-kβ pueden producir trastornos inflamatorios, como el asma y la colitis ulcerativa, así como trastornos autoinmunitarios como es la artritis reumatoide.
  • El inflamasoma NLRP3 es un complejo proteico multimérico que inicia una forma inflamatoria de muerte celular y desencadena la liberación de citocinas proinflamatorias IL-1β e IL-18 (es como el cerebro de la operación). Niveles elevados de inflamasoma NLRP3 están implicados en una amplia gama de enfermedades como el Alzheimer, las enfermedades por priones (trastornos cerebrales degenerativos, progresivos, letales y no tratables), la diabetes de tipo 2 y algunas enfermedades infecciosas.

 

Qué puede hacer usted directamente

  • Su alimentación juega un papel importante a la hora de reducir la inflamación. Mientras que comidas altamente inflamatorias como azúcar, aceites refinados y gluten incrementan este riesgo, una alimentación antiinflamatoria le ayuda a superar la inflamación crónica y mejorar su salud. Entre los alimentos antiinflamatorios encontramos los tomates, aceite de olivas, vegetales de hojas verdes como espinaca, kale o col rizada y las acelgas; nueces como almendras y nueces del nogal; y frutas como las fresas, arándanos azules, cerezas y naranjas.
  • Las remolachas son bienvenidas pues contienen Betanina, un poderoso antiinflamatorio. Además, contienen Betaína, una sustancia relacionada con la función hepática, la división celular y que actúa en la síntesis de la Carnitina. 
  • La piña porque contiene bromelina que es una glicoproteína del grupo de las cisteíno proteasas, la cual actúa sobre los aminoácidos básicos y aromáticos de las proteínas. La piña le puede beneficiar sobre todo si padece síndrome de intestino irritable, artritis reumatoide o incluso osteoartritis . Así mismo, ayuda a reducir citocinas y quimiocinas que son precursores de la inflamación.
  • Ácidos grasos Omega-3. El ácido eicosapentaenóico (EPA) y el ácido docosahexaenóico (DHA) ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo en general.
  • Jengibre. Su componente, el gingerol, reduce la inflamación, ayuda a la digestión, además de otros importantes beneficios. 
  • Cúrcuma. La cúrcuma un inhibidor de cox-2, es decir, bloquea las enzimas ciclooxigenasas-2 (COX-2) de forma selectiva. Lo interesante es que también existen ciclooxigenasas-1 que son importantes para la constitución de tejidos de riñón y tubo digestivo, pero a esas no las bloquea.
  • Realice ciclos cetogénicos. Se ha señalado en un estudio que las cetonas (β-hidroxibutirato) producidas a través de este esquema alimenticio bloquean y no dejan que se forme el inflamasoma NLRP3 donde las cetonas tienen un papel importante modulando la inflamación.

Incorpore a su alimentación estas 3 deliciosas recetas antiinflamatorias:

 Batido de arándanos

4 porciones de ¼ de taza

 

Ingredientes:

1 taza de leche cremosa de coco

½ taza de arándanos azules congelados

½ taza de agua filtrada

Estevia al gusto

Una pizca de sal del Himalaya

Arándanos extra para aderezar

Preparación

  1. En una licuadora de alta velocidad introducir primero los arándanos, sal, Estevia y el agua. Luego, la leche cremosa de coco.
  2. Batir hasta lograr una textura cremosa.
  3. Dividir en 4 porciones y añadir los arándanos para aderezar

Información nutricional por porción (1/4 taza):

Calorías: 430.  Grasas totales: 44 gr.; carbohidratos totales: 19 gr.; fibra dietética 13 gr.; azúcares 6 gr.; proteína 4gr.

 

Espinacas con champiñones

4 porciones

 

Ingredientes:

4 cucharadas de aceite de olivas

1 cebolla pequeña, picada

2 clavos de ajo, picados

390 gr de champiñones tajados

300 gr de espinaca fresca

2 cucharadas de vinagre balsámico

½ taza de vino blanco

Sal y pimienta negra al gusto

Perejil fresco picado para adornar.

Preparación:

  • Calentar el aceite de olivas a temperatura media. Saltear la cebolla y el ajo en el aceite hasta que se suavicen. Añadir los champiñones y freírlos hasta que reduzcan su tamaño (3-4 minutos). Incorporar espinaca y freír revolviendo constantemente durante unos minutos hasta que esté bien cocinada.
  • Añadir el vinagre, revolver hasta que se absorba bien y luego añadir el vino blanco. Reducir la temperatura y dejar cocinar hasta que el vino se haya absorbido completamente.
  • Ajustar condimentos y servir adornado con el perejil.

Información nutricional por porción:

Calorías: 200. Grasa: 14.2 gr.; carbohidratos totales 10.3 gr.; proteína: 5.6 gr.

 

Batido con té matcha

1 porción

 

Ingredientes:

¾ taza de espinaca fresca

½ aguacate

1 cucharadita de Té matcha (viene en polvo)

Estevia al gusto

1 cucharada de Semillas de chía

1 taza Leche de almendras sin azúcar

Preparación:

  • Batir en una licuadora de alta velocidad todos los ingredientes hasta lograr una consistencia cremosa.

2 comentarios

  • Interesante artículo, como todos. Me fascinaron las recetas deliciosas y muy saludables ….gracias

    Rocio Ariza
  • Muy importante, difícilmente un médico nos hará esos análisis, Nuestra Salud está en nuestras manos. Deli las recetas :)

    Birna Avila

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