El secreto de una piel tersa y juvenil está lejos de las cremas y otros productos de belleza caros que promocionan laboratorios químicos. De hecho, la mayoría de los productos de venta en el comercio aceleran el envejecimiento de la piel, afectan el sistema endocrino y hacen que uno se vea 10 años mayor de lo que en realidad es.
Cómo logran los productos cosméticos comerciales hacernos ver mayores
Casi el 100% de los productos de bellezas que se dicen “anti-envejecimiento”, están repletos de productos químicos peligrosos que en realidad acentúan las arrugas, destruyen las células de la dermis, incrementan el peso corporal, desbalancean hormonas causan infertilidad y producen acné.
Los 7 peores ingredientes que un producto para la piel puede tener
Estos productos dañinos para la piel los puede encontrar tanto en productos de belleza comerciales como en productos desengrasantes, para limpiar carros, pisos y más…
SULFATO
Químico que perturba el sistema endocrino y que remueve la capa externa de la dermis dejándola vulnerable a la penetración de agentes nocivos y disminuyendo su cualidad protectora.
Puede causar caída del cabello, desbalances hormonales, infertilidad, piel ultra sensible, resequedad y acentuación de las arrugas.
El Lauril Sulfato de Sodio (SLS) y el Lauril Éter Sulfato Sódico (SLES)
Se encuentran en productos que hacen espuma como champús, limpiadores y espumas para baño. El SLES puede estar contaminado con 1,4-Dioxano posible causante del cáncer. EL SLS es nocivo para el hígado, irrita la piel, los ojos y el tracto respiratorio. Perjudicial tanto a la vida marina como a la vida silvestre.
La sobre exposición al SLS ha sido vinculado al daño ocular, depresión, dificultad respiratoria diarrea e irritación severa de la piel. Permanece en el organismo hasta por 5 días durante los cuales, puede penetrar y mantener niveles residuales en el corazón, hígado, pulmones y cerebro. El SLS es también tóxico para organismos acuáticos.
Dependiendo del proceso de manufactura, el Lauril Éter Sulfato Sódico puede contener grandes cantidades de Óxido de Etileno y 1,4-Dioxano. El primero, un conocido carcinógeno ligado, además, al perjuicio del sistema nervioso y del desarrollo natural del cuerpo humano. Por su parte, el 1,4-Dioxano no se degrada fácilmente y puede permanecer por largo tiempo en el ambiente aún después de haberse enjuagado en la ducha. El 1,4-Dioxano puede removerse de los cosméticos durante su manufactura por desaireación al vacío, pero los clientes que compran un producto no pueden saber si éste ha pasado por dicho proceso.
PARABENO
Es un preservante barato que se utiliza para alargar la vida útil de un producto y su fecha de vencimiento. Mientras hace que el producto que lo contiene se vea y huela a fresco, hace lo contrario en el organismo humano.
Sus efectos son resequedad, enrojecimiento de la piel, sensación de quemazón en pieles sensibles, aumento de las líneas de expresión y arrugas en la piel.
Los Parabenos ocurren de manera natural a bajos niveles en ciertos alimentos como la cebada, las fresas, la vainilla, las zanahorias y las cebollas; sin embargo, es una preparación derivada de petroquímicos la que se utiliza en cosmética.
Los Parabenos presentes en los alimentos se metabolizan al digerirse, haciéndolos mucho menos estrogénicos. En contraste, los Parabenos encontrados en los cosméticos, eluden el proceso metabólico y entran intactos al torrente sanguíneo y a los órganos del cuerpo.
ETANOLAMINA
También llamada 2-aminoetanol o monoetanolamina (Se encuentran en las listas de ingredientes de cremas y productos para la piel como ETA o MEA). Es un líquido tóxico, inflamable, corrosivo, incoloro y viscoso. Se utiliza para fabricar jabón y detergentes, así como tintas, tinturas y caucho. Causa reacciones en la piel tales como, irritación, resequedad, inflamación, quemazón e incrementa la visibilidad de arrugas y marcas de expresión.
FRAGANCIAS Y PERFUMES SINTÉTICOS
Utilizados ampliamente, incluso como último ingrediente de los productos “sin aroma”. Es una mezcla de químicos que provocan alergias y asma. Algunos ligados al cáncer y a la neurotoxicidad e incluso perjudiciales a la vida marina y a la fauna.
Cerca de 3000 químicos son utilizados para producir un aroma agradable en perfumes, lociones y desodorantes, muchos de los cuales, no han sido siquiera examinados para medir sus niveles de toxicidad solos o junto con otros químicos.
Muchos de estos químicos provocan síntomas de asma, alergias y migrañas. Una encuesta hecha a personas con asma concluyó que los perfumes y lociones inducían ataques casi a cada 3 de 4 individuos encuestados.
TRICLOSAN
Presente en los productos “antibacteriales” como dentífricos, jabones y desinfectantes para manos. Interfieren con la función hormonal, perjudiciales a la vida marina y a la fauna.
EL triclosán atraviesa la piel e interfiere con la función endocrina. La Unión Europea clasifica al triclosán como un irritante de piel y ojos, así como tóxico para la vida marina. En Canadá lo han categorizado como tóxico bioacumulativo, es decir que no se degrada fácilmente y permanece en el ambiente incluso después de haberse enjuagado en la ducha, acumulándose de forma de dioxinas que son tóxicas.
ALUMINIO
Ingrediente común en desodorantes y antitranspirantes. Lo han vinculado a menudo al Alzheimer y a alteraciones mentales, además como un posible factor de riesgo para el cáncer de seno.
El aluminio se puede encontrar en el agua potable, productos para higiene femenina, en las leches de vaca y de soya, en antiácidos; en el papel aluminio, por supuesto y en ollas y sartenes. En el agua, el aluminio se usa para remover residuos de desechos pegándose a ellos y haciendo que se adhieran entre sí. Desafortunadamente, es una neurotoxina que se adhiere también a nuestros glóbulos rojos y blancos, a nuestras hormonas y que puede conllevar a derrames microvasculares y eventualmente, a problemas más serios.
Los compuestos de aluminio se usan como el ingrediente activo de antiperspirantes que forma un tapón temporal en los ductos sudoríparos frenando el flujo de sudor que se dirige a la superficie de la piel. Algunos estudios sugieren que los compuestos a base de aluminio aplicados de manera frecuente cerca de los senos, son absorbidos por la piel y provocan un efecto estrogénico. Dado que el estrógeno puede promover el crecimiento de células cancerígenas del seno, algunos científicos sugieren que los ingredientes con base de aluminio en desodorantes y antiperspirantes contribuyen al cáncer de seno.
TALCO
Se encuentra en los polvos para bebé, para la cara y para el cuerpo. Es un conocido carcinógeno y es el principal causante del cáncer de ovario. Puede ser perjudicial si es inhalado pues se aloja en los pulmones provocando problemas respiratorios.
El talco es tóxico, sus partículas causan tumores en los ovarios y los pulmones humanos. Las partículas del talco se pueden trasladar a lo largo del sistema reproductivo e instalarse en el recubrimiento de los ovarios. Investigadores del tema han detectado uso frecuente de talco en zonas genitales de mujeres con cáncer de ovario y tumores en comparación con mujeres sin dicho padecimiento.
El talco está estrechamente vinculado al asbesto carcinogénico que ha demostrado ser la causa de tumores en las víctimas de cáncer de ovarios y pulmones. Respondiendo a la similitud en peligrosidad del talco y el asbesto, desde 1973 la FDA emitió una resolución que limita la cantidad de fibras tipo asbesto presente en el talco cosmético. Sin embargo, dicha resolución no ha sido aplicada en ningún lado de esa industria ni de ningún país.
Otros químicos no menos peligrosos, presentes en los productos cosméticos son:
- Los metales pesados como plomo, mercurio, cadmio, arsénico, níquel y más.
- Bloqueadores solares (con Palmitato de retinol, Oxibenzona y Octil-metoxicinato)
Tratemos de usar productos bio, orgánicos que se lo pueda comer o se lo pueda untar.
Fuentes:
www.davidsuzuki.org/issues/health/toxics/dirty-dozen-cosmetic-chemicals/