Cómo conciliar el sueño cuando su mente está agitada

 

No, no le pasa a usted solamente que llega la hora de dormir, su cuerpo está agotado pero su mente le bombardea con todo tipo de pensamientos y reflexiones sobre las experiencias vividas durante el día, la lista de las cosas que tiene pendientes y desafíos de la cotidianidad.

Si sus pensamientos le están impidiendo conciliar un sueño reparador, usted puede cambiar ese patrón que puede estar afectando su salud de forma negativa.

Existen varias técnicas proporcionadas por diferentes expertos.  Hoy le presento las que han resultado más efectivas con la intención de que por lo menos una de ellas pueda ser de utilidad para usted.

 

  1. Haga de su habitación un santuario del sueño. Reserve su habitación para dormir y convertirlo en un espacio de reposo.  Trate, en la medida que pueda, de mantener su cuarto ordenado, decorado con colores y texturas que induzcan a la relajación.  Así mismo, trate de mantener su material de trabajo como documentos, ordenadores y pantallas fuera del dormitorio.
Para ayudarle a construir ese santuario, considere utilizar un difusor con aceites esenciales como lavanda o rosas de Damasco para facilitarle el sueño.

 

  1. No se quede despierto(a) en la cama. Si no ha podido conciliar el sueño en los siguientes 20 minutos luego de poner la cabeza en la almohada, levántese, realice una actividad relajante como es escribir en un diario, leer, escuchar un audio sobre relatos o reflexiones de sabiduría, o música que induzca al sueño.  Cuando empiece a sentir somnolencia, vuelva a la cama.

Esta técnica es conocida como control de estímulos, aunque suene paradójico, muchas personas encuentran que, al realizar una actividad relajante fuera de la cama, les ayuda a ocupar su cerebro de forma positiva.  De esta manera se logra romper la asociación negativa que personas con insomnio o sueño inquieto desarrollan en relación con la hora de acostarse. (artículo)

  1. Piense de manera positiva. Destaque los aspectos agradables de su vida o por lo menos, de las cosas positivas que ocurrieron durante el día y agradézcalo.  A veces, llevar un diario de agradecimiento le permite sopesar eventos positivos con aquellos no tan positivos que hayan acaecido durante el día y le dará la oportunidad de ver que son más las cosas positivas que negativas las que conforman su vida y agradecerlo.

 

  1. Al confrontarse con el insomnio al momento de dormir, la respiración controlada y profunda puede ayudar. Se trata de cambiar el ritmo de respiración enfatizando en ralentizarla y hacerla más profunda.  Esto le permitirá reducir su frecuencia cardiaca y lentamente distanciarle de los sentimientos de ansiedad y preocupación.
Esta práctica es fácil de realizar y puede facilitarle la conciliación del sueño, o volverlo a conciliar si se despierta en medio de la noche.
Existen variaciones como la respiración diafragmática o respiración abdominal, pranayama cuyas especificaciones y técnicas paso a paso encuentra en mi artículo y video (https://youtu.be/AZWsrspe4s0 ) “Utilice su respiración para cambiar su cuerpo”.
En pocas palabras se trata de inhalar lentamente (durante la cuenta de 6), enfocándose en el sonido de la respiración para luego exhalar de forma suave, provocando una sensación de alivio.
Si su mente intenta dispersarse, atráigala de nuevo al trayecto de la respiración en el instante presente.

 

  1. Meditación. A menudo se considera la meditación como una práctica de yogis o de ascetas, pero la verdad es que es mucho más cercana y que a todos nos concierne. 
Al aprender estos tipos de práctica, la estructura y la función cerebral empiezan a cambiar y esto está fundamentado por varios estudios y experimentos universitarios.
Un estudio develó que tan solo 30 minutos de meditación en un lapso de 15 días puede alcanzar cambios significativos en el cerebro.  Entre ellos, ayudar en el tratamiento para dejar de fumar, manejo del dolor, trastornos adictivos, así como depresión y más.
Existen varias maneras de meditación, entre ellas, el mindfulness, pero mi preferida, como ya lo he presentado anteriormente es el método de Wim Hof que incorpora retenciones de aire, duchas o baños con agua helada algunas posturas de yoga y sobre todo, un compromiso con usted mismo(a).

 

  1. Visualización. No se trata de formarse una imagen suya en el futuro ¿o sí? La idea detrás de la visualización es que usted construya un escenario rico en imágenes, colores, sensaciones táctiles, aromas y sonidos que le ocupen y al tiempo le alejen de pensamientos indeseables en ese momento de la noche.

Para que esta técnica funcione, es importante echar mano de su memoria sensorial y hacer el ejercicio de percibir de forma aguda olores, texturas, colores para sumergirse en la visualización.

 

  1. Relajación muscular progresiva.  A veces, solo podemos tomar consciencia de qué tan tensos están nuestros músculos cuando se manifiesta a través de un dolor de espalda, de cabeza, o nos palpamos o recibimos un masaje en la zona afectada.

La relajación muscular progresiva se realiza al tensionar de forma consciente y ordenada varias zonas del cuerpo, por ejemplo:  empiece tensionando fuertemente los pies, luego pantorrillas, muslos, glúteos, abdomen, pecho, hombros, cuello y finalmente músculos de la cara.  Sostenga por unos 10 segundos y relaje todos los músculos junto con una exhalación de alivio.  Repita esto  unas 3-5 veces.

 

  1. Programar el momento de preocupación antes de meterse en la cama. Según el doctor Raj Dasgupta, especialista del sueño y profesor adjunto de medicina clínica en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, enumere repetidamente todas las cosas que tiene que hacer (o que no ha hecho), pero sólo funciona si lo hace antes de acostarse.
Otra opción es escribir una lista de las cosas que tiene que hacer el día siguiente, puede incluso enviársela usted mismo(a) por correo electrónico.  Según el doctor Vsevolod Polotsky, profesor de medicina y director de investigación del sueño en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, esto le da satisfacción y la constatación de que es de noche y no puede hacer nada con esa lista sino hasta el día siguiente.

 

  1. Si el ejercicio forma parte de sus actividades diarias, asegúrese de haberse hidratado lo suficiente durante el día. En ocasiones, si su cuerpo no ha consumido suficiente agua o no cuenta con los electrolitos necesarios, molestias, tensiones o incluso calambres musculares le pueden despertar en medio de la noche.  Así que trate de beber suficiente agua durante el día, pero evite hacerlo hasta 3 horas antes de acostarse para no tener que estarse levantando al baño durante la noche.

 

  1. En el mismo ámbito del ejercicio, el consumo de proteína es crucial y si está entrenado de fuertemente o siguiendo protocolos como ayunos intermitentes, ciclos cetogénicos o incluso alimentaciones veganas o vegetarianas, es posible que el consumo de proteína sea insuficiente y esto puede causar insomnio. En este caso es aconsejable consumir un poco de proteína láctea (si no presenta intolerancia) con su última comida pues, “se cree que la elevada cantidad de triptófano (Try), a partir del cual se sintetiza la melatonina, que contienen la leche y los productos lácteos puede suprimir la acción del neurotransmisor inhibidor del ácido gamma-aminobutírico (GABA). Los efectos antiinflamatorios de la leche y los productos lácteos, debido a que contienen componentes antioxidantes y antiinflamatorios, así como cambios de actividad en el eje cerebro-intestino-microbioma, han suscitado recientemente una gran atención en la literatura científica”. (estudio).

 

  1. Finalmente, la forma en que se alimente durante el día puede ayudarle a mantener la energía y el dinamismo, pero también, una alimentación saludable le puede ayudar a conciliar mejor el sueño.
Un protocolo alimenticio que mantenga el equilibrio en proteínas, grasas hidratos de carbono, vitaminas y minerales le asegura un sueño reparador.  Concretamente, es recomendable evitar las comidas densas, picantes o con elevado contenido de azúcar. 
El momento en que consume sus alimentos también tiene que ver.  Expertos en nutrición recomiendan en general, así como a pacientes con reflujo, cenar por lo menos 3 horas antes de irse a la cama. 
Por último, evite el consumo de alcohol en la noche.  Según un artículo de la revista Sleep Health Solutions, aunque pueda parecer más fácil conciliar el sueño después de beber alcohol, en realidad tiende a interrumpir los patrones de sueño a lo largo de la noche. Con sólo unas pocas bebidas alcohólicas, las personas pueden experimentar un sueño agitado o interrumpido. Además, el alcohol puede bloquear la fase REM, clave para sentirse descansado por la mañana. Para pasar una noche mejor, pruebe a cambiar a una bebida sin alcohol ni cafeína como es una bebida aromática de manzanilla, que tiene antioxidantes tranquilizantes que disminuyen la ansiedad y ayudan a conciliar el sueño.

 

Todos estos “trucos” mentales y consejos de relajación sirven desde el punto de vista del acondicionamiento, si su cuerpo empieza a habituarse a que luego de estas prácticas viene un sueño reparador, éste se empieza a adaptar y cada vez entrará de forma más fácil en el estado de relajación que incrementarán sus posibilidades de dormir mejor.  No dude en ponerlas a prueba.


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